Por Guillermo Cherashny.-

Sorprendió José Manuel de la Sota cuando anunció que no participará en las elecciones legislativas próximas, cuando en todas las encuestas ganaba por el 10%. Pero el gobernador Schiaretti, que tiene excelentes relaciones con el presidente Macri no lo apoyaba en esta elección que, de todos modos, De la Sota las ganaba cómodo. En su lugar, la lista la encabezará el vicegobernador Martín Llaryora, ex intendente de San Francisco, que está ganando hoy por hoy en un 6/7%.

Como Macri en el ballotage ganó por el 73% en el 2015, un triunfo de De la Sota con el 40% era un golpe muy duro de soportar y convenció a Schiaretti para que la bajara a su líder amigo, que está muy opositor al gobierno nacional. Pero tanto él Macri corren un gran riesgo ya que, si una nueva generación como Martín Llaryora gana una elección de baja intensidad, Juan Schiaretti será un muerto político y el futuro gobernador será Llaryora o el mismo De la Sota. En cambio, si Baldassi o Diego Mestre ganan la legislativa, Schiaretti no tiene chance de reelección si pretende ese cargo en 2019; o sea, le quedan dos años para mendigarle fondos al gobierno de Macri, un triste final para el gobernador de una provincia muy importante como es Córdoba.

De la Sota queda golpeado también. En el peronismo, el que tiene todo para ganar y no se presenta es mal visto y, además, le hizo daño a su aliado Sergio Massa, aunque venga a la provincia de Buenos Aires a varios actos para acompañar la campaña al senado de Massa-Stolbizer, y seguramente le aportará el peronismo que resta la candidata del GEN, que tiene una imagen muy alta en la provincia de Buenos Aires, pisándole los talones a María Eugenia Vidal.

Share