Por Guillermo Cherashny.-

En el último mes se produjo un dramático cambio de la intención de voto en la provincia de Buenos Aires. Pese a la estanflación y la voluntad de cambio de la sociedad bonaerense, la misma disminuyó en intensidad por la estabilidad del dólar blue, un pequeño aumento del consumo que se va a consolidar en los próximos meses y el accionar del poderoso aparato político del kirchner-cristinismo en Buenos Aires. Todos estos factores produjeron una recuperación de la intención de voto de Daniel Scioli, quien estaría muy cercano a los 40% y con Sergio Massa a alrededor de 10 puntos del gobernador y unos puntos debajo a Mauricio Macri.

Un turno más

La realidad es que el líder del Frente Renovador y el jefe de gobierno de la capital no dialogan ni tienen ninguna intención de acordar puntos en común. Así es que se aleja la posibilidad de una interna amplia en las PASO y queda como única posibilidad que Macri tenga un gesto de humildad y le ofrezca la candidatura a gobernador a Massa, para lo cual debería saber de antemano que la respuesta será afirmativa. Por ahora todo parece indicar que las cartas estarían echadas y la aparición de la candidatura a gobernador bonaerense de Aníbal Fernández muestra una alta imagen negativa pero a la vez la posibilidad de obtener cerca del 40%. Esto lo convierte en el candidato más competitivo del Frente para la Victoria, muy arriba de Martín Insaurralde y por paliza sobre Julián Domínguez y Diego Bossio. Las micromedidas anunciadas por Cristina en las cadenas nacionales, como el Plan Ahora 12, Procrear, Progresar y otros más, han penetrado en la clase media baja y baja, que suma el 55 o 60% de la sociedad. De hecho, han alterado el clima de cambio que se respiraba desde octubre del 2013. Pero no todo está terminado si los sindicalistas no aceptan el 26% de aumento salarial que propone el gobierno y logran una cifra mayor. En ese caso se puede desbocar la economía, la inflación y la suba del dólar blue. En cambio, si esa situación no ocurre, se impondría la garantía de continuidad que proporciona el Papa Francisco para nuestro país. Entonces puede pasar lo que está ocurriendo en toda Latinoamérica, donde los oficialismos siguen ganando elecciones pese a que existe una importante voluntad de cambio.

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