Por Carlos Tórtora.-

La irrupción de Facundo Manes como primer candidato a Diputado nacional por Buenos Aires por la UCR terminó de complicar la interna de Juntos por el Cambio. Si no hay acuerdo interno en el PRO, podría llegar a haber tres listas en las PASO: las encabezadas por Manes, Diego Santilli y Jorge Macri. En este caso, el voto macrista estaría dividido y podrían imponerse los radicales. Por supuesto que falta todavía bastante para el cierre de listas y se espera una fórmula de conciliación. En los últimos días fracasó la propuesta de Mauricio Macri de que Santilli encabezara en Provincia, Bullrich en Capital y Vidal fuera para primera legisladora porteña, quedando luego como segunda de Larreta al asumir Santilli su banca. Hablando de Vidal, ésta se reunió con Jaime Durán Barba la semana pasada y éste le planteó un panorama difícil. Según el ecuatoriano, Vidal hace bien en no presentarse en Provincia, porque allí está en baja, y en Capital, es incierto el resultado contra Bullrich.

No ceder

Tanto la Larreta como Macri tienen buenas razones para no ceder. El primero creería que si no puede demostrar que controla Capital y Buenos Aires, el despliegue de su candidatura presidencial se vería afectado. En segundo lugar, quiere tener a la UCR de su lado y para ello se comprometió a allanarle el camino a Martín Lousteau para que sea jefe de gobierno en el 2023. Y si Bullrich gana la Capital, aspiraría a suceder a Larreta. Macri también tiene buenos motivos para no ceder. Él no deja de tener aspiraciones presidenciales aunque lo niegue y sabe que, si termina marginado en estas PASO, lo invitarían a jubilarse, ya que Larreta y Vidal quieren desprenderse de la herencia macrista para organizar un nuevo eje político con el PRO, la UCR y sectores peronistas. Mientras tanto, la temperatura sube en las filas de Juntos por el Cambio y tanto la UCR como la Coalición Cívica ya se quejan abiertamente de que la cúpula del PRO sólo atiende a su crisis interna y no se sienta a conversar sobre el armado de las listas. Más silencioso está Miguel Ángel Pichetto, que aspira a que el Peronismo Republicano sea considerado como la cuarta fuerza de la coalición, lo que implica entrar en el reparto de las candidaturas en detrimento de los otros socios.

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