Por Guillermo Cherashny.-

El gobierno estaba jugado a mantener el dólar en calma hasta las PASO del 11 de agosto pero desde hace diez días hábiles, por razones locales e internacionales, el dólar subió el 9%. En efecto, la devaluación del yuan chino por un día, que después el Banco Popular controló por las amenazas de Trump y su secretario del Tesoro, que acusaron a China de manipular la moneda, tranquilizaron los mercados el martes, pero el miércoles, cuando Australia, Nueva Zelanda e India bajaron la tasa de interés, otra vez los mercados internacionales sufrieron y los emergentes devaluaron sus monedas y el dólar superó los $ 47.

Trump ataca de nuevo a la Reserva Federal para que baje la tasa de corto plazo, porque teme que le origine una futura recesión, pero en nuestro país se suma el riesgo de que el Frente de Todos -lo que es muy probable- supere al gobierno por 5% o más, pero siempre arriba del 40%, hace que los fondos de inversión abandonen el carry trade y huyan del país. Y el miércoles los bancos oficiales vendieron por primera vez dólares en efectivo y el BCRA subió la tasa de las LELIQs a 61,15% prolongando la recesión, pese a la cosecha record.

Pero el motivo principal es que la supuesta paridad o empate técnico que «vendía» el gobierno y los mercados dejó paso a un triunfo del Frente de Todos y el gobierno reconoce que pierde por el 4/5% y esa situación moviliza a los mercados, que hasta ahora creían en un diferencia de sólo el 2%. Ahora las expectativas son otras.

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