Por Guillermo Cherashny.-

La aparición de escuchas que comprometen a Daniel Angelici con Fernando Mitjans, presidente del tribunal de penas, no es la única que se guardó Oscar Parrilli cuando estaba en la AFI y las que tenía encarpetadas Francisco Larcher sobre las operaciones judiciales del presidente de Boca, entre ellas, las negociaciones con los camaristas Jorge Ballesteros y Eduardo Freiler por la causa de las escuchas cuando Macri era jefe de gobierno.

También están las negociaciones con el juez Sebastián Casanello, promovido por los K pero apoyado por Alejandro Fargosi, consejero de la magistratura electo por el PRO en la única elección que perdió en su historia Jorge Rizzo, el presidente del Colegio Público de Abogados.

Estas carpetas que estaban guardadas por si Cristina era detenida por la justicia. Se anticiparon por la difusión de las escuchas entre Cristina y Parrilli y serían el comienzo de esta guerra sin cuartel de escuchas de los dos sectores de la política que quieren polarizar la elección de agosto y octubre.

Larcher le habría asegurado a su íntima amiga Silvia Majdalani que las escuchas de Macri y Angelici de 2005 estaban destruidas a fines de 2014. Pero en realidad no es así. Están guardadas y dispuestas a ser conocidas por la opinión pública.

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