Por Guillermo Cherashny.-

La muy buena elección de Horacio Rodríguez Larreta en la Capital no le garantizaría a Mauricio Macri ser segundo detrás de Daniel Scioli en las PASO nacionales. En Córdoba, UNA, que tiene como candidatos a José Manuel de la Sota y Sergio Massa, está en carrera, porque en Corrientes el Frente Renovador entró primero en alianza con la UCR y quedó segundo en La Rioja, donde el PRO no participó.

El neogorilismo

Para el Frente para la Victoria fue un domingo negro, por ejemplo en La Pampa. Daniel Scioli aportó lo suyo para que el veterano senador peronista Carlos Verna derrotara al cristinismo y La Cámpora en las PASO provinciales. En La Pampa, el oficialismo perdió, como ocurrió hace poco en Mendoza. Ayer dijimos que UNA, con Massa y De la Sota, saldrían segundos en las primarias en Buenos Aires, aventajando a Macri, que quedaría tercero, porque no conseguiría aglutinar a toda la oposición, ya que en el inconsciente colectivo Macri es la derecha, el ajuste salvaje, el nacido en cuna de oro y el insensible social. Y aunque esto sea una burda mentira, el electorado lo cree así y a Macri le cuesta salir de ese encasillamiento. Es obvio que el PRO contrata encuestadores para que digan que polariza con Scioli. Pero la realidad sería otra, ya que el 40% que obtendría Juan Schiaretti en Córdoba no le aportaría ningún voto a Macri. Ni tampoco el 20% que obtuvo el kirchnerista Eduardo Accastello, y algo similar ocurriría en la Rioja y Corrientes. En La Pampa, en cambio, puede ganar la UCR, apoyada por el PRO.

Con respecto a los radicales, está claro que sus líderes intermedios se conformarían con ganar el ballotage en la ciudad, aunque es bastante difícil que lo logren. Aunque será la elección más estrecha del PRO en la ciudad desde el 2007. La dirigencia radical está herida por lo que llama la mezquindad de Macri con las listas de candidatos y porque éste ayer volvió a incluir al centenario partido entre los “25 años de fracasos”. No es usual que en una coalición que el más favorecido en las encuestas devalúe a sus socios eventuales comparándolos con el peronismo. Ese neogorilismo macrista impedirá que el peronismo anti k lo vote en las PASO del 9 de agosto o en la primera vuelta.

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