Por Carlos Tórtora.-

La percepción que gana terreno en la Casa Rosada es que la crisis no se superaría si no se reordena el poder político, restableciéndose la autoridad presidencial.

En sintonía con esto, en las cercanías de Sergio Massa trascendió que avanzan las tratativas secretas para que éste asuma la Jefatura de Gabinete en el marco de un ambicioso proyecto político. El mismo consistiría en que, después de su inminente viaje a Washington para reunirse con Joe Biden, Alberto Fernández daría un golpe de timón para reasumir el ejercicio del poder amparado en un acuerdo con Massa, que a su vez estaría respaldado por el Departamento de Estado. El viaje serviría para consolidar el consenso para el plan en los EEUU. Massa pasaría entonces a concentrar el poder controlando directamente Comercio Interior y la AFIP -entre otras áreas- y desplazando al kirchnerismo de las grandes cajas como el PAMI, la ANSES y Aerolíneas Argentinas. En este marco, Cristina Kirchner quedaría excluida del centro de poder, ya que el plan contaría con un alto grado de aceptación social, según especulan en el massismo.

Alberto y Massa contarían además con el apoyo de la CGT y las principales centrales empresarias. Se esperaría también una respuesta positiva de los gobernadores peronistas que no forman parte del entorno de la vicepresidenta. Siempre en este marco, se habla de una importante devaluación que debería ser el trabajo sucio de Silvina Batakis.

La reacción

Como parte de su estrategia para atenuar las reacciones, Alberto y Massa le ofrecerían a Juntos por el Cambio un acuerdo político económico sobre una serie de temas centrales. De este modo se le dificultaría a CFK la posibilidad de maniobrar mediante un contragolpe que obviamente motorizaría La Cámpora.

Pese a que el golpe contra Cristina habría avanzado en los últimos días, hay quienes con fundadas razones dudan que el presidente se atreva a patear el tablero. Pero no es menos cierto que la gravedad de la situación económica colocaría a Alberto y su entorno al borde del abismo y con una seria caída de la gobernabilidad.

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