Por Guillermo Cherashny.-

Con gran ingenio, un abogado de Berisso, conocido en Twitter como @AdrianChesa, acuñó la frase «errorismo de estado», referente a las pruebas y errores a que nos tiene acostumbrado este gobierno de Cambiemos, que ayer llegó a su máxima expresión.

En efecto, al mediodía, la Afip anunció que retendría el impuesto a las ganancias del 15% a los extranjeros, ya sean personas físicas o sociedades, lo que generó una suba inesperada del valor del dólar, que llegó a $ 17,50 el día siguiente al supermartes de la renovación de las Lebacs a una tasa del 26,5%, pero que no suscribieron cerca de 90.000 millones de pesos, lo que presagiaba una suba del verde que se incentivó con la retención a esa renta financiera, pero mediante un comunicado de Nicolás Dujovne, ministro de hacienda, que desmintió al jefe de la Afip, Alberto Abad, lo que hizo bajar el dólar a $ 17,40.

Ayer también Mario Quintana, el subjefe de gabinete, declaró que en una futura reforma impositiva se impondría el impuesto a la renta financiera, varias veces reclamado por Sergio Massa y denostado por el gobierno, como Elisa Carrió, pidiendo una huelga contra los supermercados cuando Sergio Massa pidió que se elimine el IVA a los 11 alimentos de la canasta familiar y fue nuevamente criticado con dureza.

Está claro que Macri inicio una carrera electoralista inyectando medidas populistas efectivas, como créditos de la ANSES a los hijos de los beneficiarios de la AUH y promesas de impuesto a la renta financiera y el sabotaje a los super por declaraciones de Carrió.

La marcha atrás sobre la retención a la compra de acciones por extranjeros fue otra muestra del «errorismo de estado», que empezó con el aumento de tarifas sin audiencias que luego hizo retroceder al gobierno, a lo que se sumó el intento de bajarles 20 pesos a los jubilados, eliminar pensiones por viudez y todo tipo de pensiones no contributivas, que constituyen un rosario de prueba y error que caracteriza a este gobierno desde que arrancó el 10 de diciembre del 2015 y parece ser una marca indeleble del gobierno de Cambiemos.

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