Por Guillermo Cherashny.-

Si bien el senado no convalidó el proyecto opositor aprobado en la Cámara de Diputados, lo que le trajo cierto alivio al gobierno, que recibió un ultimátum de siete días para hacer una nueva propuesta, en el gobierno dicen que ganaron, porque ni Massa ni Pichetto pudieron imponer el proyecto aprobado en Diputados, pero en realidad nunca esperaron tanto sino que esa media sanción tenía por objetivo obligar al gobierno a negociar, cosa que se logró, además de instalar a Sergio Massa como el principal opositor y dejar a Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti como más macristas que Durán Barba.

También ganó Emilio Monzó con la vuelta de la política, ya que el gobierno le podría hacer caso y convocar a peronistas al gabinete, como el gobernador Juan Manuel Urtubey como jefe de gabinete, ya que su rol en el peronismo es nulo por su colaboracionismo macrista. Es tal su aislamiento que su hermano, el senador Rofolfo Urtubey, y su primo, Dalmacio Mera, están a un paso de que los echen del bloque del FPV y se sumen al del PRO.

Marcos Peña, por su fracasada ofensiva, ocuparía el lugar de la inútil de Susana Malcorra, que está pidiendo a gritos su remoción por sus reiterados fracasos.

Si bien es muy poco lo que puede ofrecer Urtubey, el FPV está lleno de dirigentes intermedios que quieren ocupar cargos. Pero hay un límite: el enojo radical.

Así las cosas, se verá hasta dónde Macri se estira de los 27.000 millones de pesos presupuestados y, aunque sea poco, los casi 5 millones de beneficiarios, entre empleados, trabajadores, monotributistas y autónomos, le van a pasar la cuenta, ya sabiendo cuánto se metían en los bolsillos con el proyecto opositor y cuánto menos con el nuevo proyecto que será aprobado.

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