Por Guillermo Cherashny.-

Los medios de comunicación adelantaron que el presidente en su discurso del 1° de marzo ante la asamblea legislativa aumentará las retenciones a la soja del 30 al 33%, una facultad que se le concede al poder ejecutivo en la ley de solidaridad y emergencia. Es muy probable que Basterra, el ministro de agricultura, les adelante a las entidades del campo esta decisión, con la cual ya varias organizaciones se manifestaron en desacuerdo y hay un planteo de las bases influenciadas por los dirigentes agrarios del PRO y la Coalición Cívica que pertenecen al campo que están presionando muy fuerte a la mesa de enlace para que decida un paro y cese de comercialización y en algunos casos un paro por tiempo indeterminado. Estos sectores duros son propietarios de campos y diputados nacionales y provinciales del macrismo y de la Coalición Cívica de Carrió, que tiene un movimiento autodenominado: «CAMPO MAS CIUDAD» y que pretenden ser el primer foco opositor al gobierno de Alberto Fernández con la excusa de que el campo no puede pagar el 33% de retención la soja porque los precios no dan y por la caída de la oleaginosa a nivel internacional por la propagación del coronavirus, que hizo bajar esos precios, y también del petróleo, porque China compraría mucho menos de esos productos.

El escenario internacional ciertamente es complejo pero estos sectores políticos opositores vienen movilizando en asambleas en el interior de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba mucho antes de que se destara la epidemia del coronavirus y el interés es deteriorar al gobierno, porque entienden que con el apoyo del FMI y la posible negociación de la deuda externa el gobierno se consolidaría electoralmente para el 2021 y la oposición no tendría chances de volver al gobierno. Entonces, para estos sectores duros encabezados por Macri, Patricia Bullrich y Elisa Carrió, la consigna es: «ahora o nunca».

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