Por Guillermo Cherashny.-

Nuevamente el latrocinio de José López tuvo otro capítulo cuando Telefe mostró a las monjas empujando los bolsos llenos de dinero y que casi seguro le cuesten la declaración indagatoria a las religiosas. Esta escena de corrupción explícita y que no será la última no alcanzó a tapar las marchas y contramarchas del sinceramiento de las tarifas y la difusión del costo de vida de junio del INDEC, que dio 3,1%, mucho más de lo esperado por el gobierno y los economistas privados y lo más grave es que la inflación núcleo, que en mayo dio 2,7%, en junio saltó al 3%, lo que demuestra que la inflación, lejos de bajar, sigue subiendo, aunque está detectada una recesión profunda que tendería a bajar el costo de vida. Además, la industria automotriz de Córdoba suspendió a 4000 obreros en varias fábricas y es la consecuencia directa de una política fiscal expansiva y una monetaria restrictiva que depara un destino de recesión y desempleo por la alta presión impositiva, que es sin duda insoportable, pero la decena de ministros de economía que tiene el gobierno no alcanzan a coordinar una plan integral de lucha contra la inflación, en tanto el senado, por amplia mayoría, votó volver atrás con el aumento de tarifas y algo similar ocurrirá en diputados, aunque el presidente lo vetaría a un alto costo político.

Está claro que el gobierno recibió una pesada herencia en materia económica pero el casi 30% de inflación en un semestre es una responsabilidad exclusiva de esta administración, que viene equivocándose repetidamente, como los pronósticos de Prat Gay, que repitió el presidente diciendo que la inflación anual estaría entre el 20 y el 25%, y las esperazas cifradas en un segundo semestre, que ya en los primeros días de julio marca un nuevo ascenso, por lo cual se pincha la burbuja de bajar el 2% mensual, que todavía está muy lejana. Carrió dijo que en septiembre será del 1,5%, pero está muy lejos de que se cumpla.

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