Por Sebastián Dumont.-

Sergio Berni fue hasta el 10 de diciembre el Secretario de Seguridad del gobierno kirchnerista. Sobre su espalda aún pesan las dudas de cuál fue su rol en el caso de la muerte del fiscal Alberto Nisman. Su modo de acción lo llevó a ser apodado “Super Berni”. Con el kirchnerismo derrotado, tuvo que asumir su banca de senador, que posee desde hace cuatro años pero que nunca ejerció. Es más, fue vicepresidente de la Cámara de Senadores sin serlo. Rarezas que permitió Gabriel Mariotto. Ahora, desde su lugar, busca condicionar a Cristian Ritondo, el encargado de la seguridad bonaerense. Para eso, presentó un proyecto donde la comisión bicameral de seguridad deberá saber cada paso que dé el gobierno provincial en la materia. En el PRO resisten la aprobación de las modificaciones que pretende Berni.

La seguridad en la provincia de Buenos Aires vuelve a ser un botín de pelea política y algo más. El kirchnerismo no se conforma con haber desplegado, vía Maztkin y sus aliados, parte del manejo en distintos municipios. Ahora avanza para poder controlar cada paso que dé el ministro de seguridad Cristian Ritondo.

Para ello, Sergio Berni presentó un proyecto que ya tiene dictamen de la comisión de legislación general para que se modifique el artículo 4 de la Ley 12068. De aprobarse, esa comisión bicameral tendrá por “objetivo llevar a cabo un control directo y permanente de las tareas, medidas y normas que se implementaren con motivo de la reorganización del sistema de seguridad”.

Según reza el proyecto, durante el término de vigencia de la Emergencia en materia de seguridad en la Provincia de Buenos Aires, “el Poder Ejecutivo deberá remitir a la Comisión Bicameral, en forma mensual, un informe detallado sobre la ejecución de obras, las contrataciones, sobre la provisión de servicios y suministros, las adecuaciones presupuestarias realizadas para atender los gastos que demanden la implementación de las acciones a adoptar, así como de toda medida que se tome, en virtud de la emergencia en materia de seguridad”.

Un dato relevante es que, en el caso de que haya alguna excepción, la misma deberá ser consultada con anterioridad en la comisión bicameral, cuyo dictamen será vinculante.

Desde Cambiemos no quieren saber nada con el tema y ya comenzaron a operar para conseguir los votos necesarios que le permitan trabar esta idea que propone Berni y que cuenta con el respaldo de senadores del Frente Renovador de Massa.

Hasta aquí el senado de la provincia de Buenos Aires ha sido el escenario donde quedaron expuestas con mayor notoriedad las diferencias internas en el frente para la Victoria como así también en otras fuerzas políticas como el oficialismo y el Frente Renovador.

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