Manuel Mora y Araujo analiza con Carlos Tórtora los escenarios más probables a partir del #25-O.

CAT: ¿Cuál es tu apreciación global de cómo están distribuidos los números?

MMA: Scioli está un poquitito arriba del 40%, con 10 puntos de ventaja, y va ganando en primera vuelta. Ahora, esos números están dentro de los márgenes de variación estadística, que son 2,8%. Pero lo más probable es que gane en primera vuelta. Esto desde el punto de vista estadístico. También está el tema del corte de boleta pero es algo que afecta menos al presidente.

CAT: En Buenos Aires está la particular situación de que hay cierto rechazo hacía Aníbal Fernández. Si hay gente que para votar en contra de Aníbal, vota a Solá o a Vidal, es muy probable que no se tomen la molestia de cortar boleta.

MMA: Es posible, pero hay que ver si lo que más le importa a la gente es el gobernador o el presidente. El que tiene problemas con Aníbal pero le gustaría votar a Scioli tiene que elegir entre cortar o decidir a cuál de los dos le da prioridad.

CAT: Si se llegara a un triunfo con ballotage, o sea, uno muy ajustado, teniendo en cuenta varios factores como el gabinete de Scioli, que resulta no satisfactorio para el cristinismo. Si Scioli ganara pero con ballotage, ¿podría recibir entonces el “fuego amigo” y generarse una sensación de que fue derrotado?

MMA: Yo no sé si va a pasar eso, pero supongamos que sí. Puede venir una ola que presione para ser más «pro Cristina» para ganar en segunda vuelta, cosa que todos los análisis muestran que no es así pero puede pasar.

CAT: Por lo tanto, en ese caso entraría en crisis la diferenciación.

MMA: Creo que la diferenciación ahora es un mensaje o un discurso de campaña, pero el 10 de diciembre es el gobierno, la lapicera, como se dice. La historia va a empezar ese día.

CAT: Si Scioli ganara sin segunda vuelta, habría una transición complicada.

MMA: Complicadísima, pero aun así será bastante breve. Es más complicada si hay segunda vuelta, por supuesto. Tan es así, que en muchos países se prefiere que las elecciones sean más cerca del cambio de gobierno.

CAT: Si hubiera una masa de votos impugnados realmente importante que pudiera definir la existencia de ballotage o no, la definición pasará por el escrutinio definitivo. Esto puede tener discusiones y dilaciones y la segunda vuelta constitucionalmente, por el artículo 96, tiene que celebrarse dentro de las cuatro semanas.

MMA: El escrutinio nunca puede durar cuatro semanas, ni siquiera tres semanas. Puede haber mucho ruido pero finalmente se definirá antes. Podría sí encimarse el recuento definitivo y el posible escenario de ballotage. Sería bastante complicado si eso pasara.

CAT: ¿Cuál es tu apreciación sobre este gabinete que está dando Scioli en cuotas?

MMA: En parte, para mí, es un mensaje electoral y por otra parte es que él ya se está pensando como presidente. En este último sentido es una indicación de que vamos a tener un gobierno distinto.

CAT: Es un gabinete con cierto aspecto doméstico, con un traslado de cierta gente de la provincia, no digo que esté mal ni que esté bien. Aunque da la impresión de que hay pocas figuras importantes.

MMA: Me parece que si yo me tengo que imaginar el estilo Scioli de gobernar, es uno en donde no hay ministros sobresalientes sino más bien equipo. Por lo tanto, las figuras descollantes no van a ser ministros. Entonces el gabinete es más bien personal, de mucha confianza, removibles en la medida que haya que hacer el ajuste por las circunstancias que sean, tanto políticas como internas u objetivamente externas. Es un gabinete muy propio de Scioli. Yo pienso que el gobierno de Scioli va a estar más volcado a las provincias, o sea, a los gobernadores, y, por lo tanto, va a estar muy alerta a estas cosas. Vamos a tener una mesa de gente de confianza personal de él, gente que ya la conoce, que está aprobada en la provincia, más otra gente que tiene que responder a una coalición de gobierno de tipo federal.

CAT: Esto se me ocurre que es un recurso lógico ante la existencia de bloques kirchneristas muy importantes en las dos cámaras y de una burocracia cristinista difícil de remover. Es como la búsqueda de un balance… Y si hubiera ballotage, ¿vos creés que este gabinete semi-anunciado podría barrerse y designarse otro nuevo?

MMA: Me parece que sigue siendo cierto que Scioli no puede ganar esta elección ni en primera ni en segunda vuelta sin votos más bien independientes; los votos kirchneristas solos no le alcanzan y esos votos, además, no podrían irse para otro lado. Me parece que él tiene que seguir dando señales para votantes no muy kirchneristas o no kirchneristas.

CAT: Si hubiera ballotage, el cristinismo le diría que va a la segunda vuelta porque no respetó el relato K.

MMA: Sí, le van a decir eso, seguro. Ahora la pregunta que sigue es si Scioli lo tomaría en cuenta o no. A mí me parece que no lo tomaría tanto en cuenta. El contraargumento que es completamente difícil de demostrar es si un candidato más apegado al relato tendría menos votos y no más. Finalmente la elección va a ser de Scioli en la medida en la que tenga espacio para tomar decisiones.

CAT: ¿No lo va a colocar al filo de un conflicto que él no quiere, obviamente, pero que podría volverse más abierto?

MMA: Sí, es una posibilidad. Tendríamos un periodo de mucha incertidumbre en cuanto al futuro.

CAT: En el tema Massa yo encuentro una contradicción entre el excepcional protagonismo que tuvo en las últimas semanas en las que incluso se destacó por la cantidad de propuestas concretas, aunque algunas parezcan imposibles. Pero esto no se vio reflejado en un crecimiento cuantitativo, ¿no?

MMA: Ha crecido unos puntitos, aunque no tanto. Es difícil crecer mucho. El flujo de votos se mueve muy gradualmente siempre. Es muy raro que haya un efecto masivo. Él logró instalarse como competitivo, estaba muy en el borde, pero creo que lo consiguió. Ahora, de ahí a salir del mundo, es un salto muy grande que no creo que pueda dar.

CAT: Si Felipe Solá ganara la provincia de Buenos Aires o saliera segundo delante de Vidal, ¿esto le daría otro posicionamiento?

MMA: Estamos hablando de un posible ballotage más un resultado improbable en la provincia, porque ésta está disputada entre Aníbal y María Eugenia. Felipe va a estar tercero y, si él crece a un segundo puesto o a un primero, sería un batacazo. Aunque está en el reino de lo posible y el terreno de lo improbable.

CAT: También es posible que Vidal gane, ¿no?

MMA: Eso es posible, no es nada seguro pero claro que es posible.

CAT: Y el PRO podría festejar como si ganara el gobierno nacional por quedarse con los dos distritos más importantes.

MMA: Claro, absolutamente. Bueno, un escenario en el que Scioli ganara en primera vuelta y la provincia de Buenos Aires la ganara Vidal, ése sí sería el escenario de una Argentina distinta. Se daría un balance de poder.

CAT: Y de un nuevo bipartidismo, ¿o me equivoco?

MMA: Posiblemente también, pero habría que ver que todavía al PRO le falta un poco para ser un partido nacional. Pero se podría imaginar. Ahora, lo más interesante es el balance de poder, independientemente del bipartidismo. Ese balance de poder, con un gobierno en el que yo presumo que se va a volcar más hacia una suerte de coalición federal por las provincias. Ese gobierno va a tener que reinventarse en un cierto sentido.

CAT: Si ganara Aníbal Fernández y Scioli gobernara con una coalición federal, éste pasaría a ser el jefe de una coalición antibonaerense en alguna medida, ¿no?

MMA: Sí, algo así. Nos remitiría a un pasado lejano argentino.

CAT: Lo que puede armar Scioli con la situación que tiene se parece en algo al estilo de lo que armó Duhalde.

MMA: Algo, sí. Duhalde hizo una convocatoria de figuras provinciales.

CAT: Entonces, ¿vos no ves a Scioli marchando hacia un unicato?

MMA: No, no lo veo parte del estilo Scioli. Aunque tiene una personalidad fuerte, no es un hombre de unicato.

CAT: Podemos salir entonces del hiperpresidencialismo, ¿no?

MMA: Me parece que sí. Previsiblemente no va a haber una mayoría fuerte en el Congreso, en ninguna de las dos cámaras, en el Senado un poco más pero con un justicialismo proclive a las fisuras. Entonces, el que quiera gobernar va a tener que hacerlo de forma más inclinada al gobierno de consenso.

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