Por Carlos Tórtora.-

Encabezados por el nuevo presidente del PJ bonaerense, el intendente de Esteban Echeverría, Esteban Grey, los alcaldes del peronismo salieron a calificar de despropósito al proyecto de María Eugenia Vidal de desdoblar las elecciones provinciales, que tuvo su primera materialización con el inicio del tratamiento en las comisiones de la Cámara de Diputados. Hoy por hoy, la dirigencia peronista está contenida de que Vidal cuenta con el visto bueno de Macri para que el desdoblamiento sea jurídicamente posible y luego se tomaría la decisión política final. La resistencia peronista a esta innovación tiene motivos simples: la que arrastra los votos del PJ es Cristina Kirchner y, no siendo ella candidata a gobernadora, el peronismo deberá echar mano de Martín Insaurralde o tal vez Felipe Solá, ambos insuficientes para ganarle a Vidal y garantizarle la reelección a la gobernadora. Una solución pareció surgir ayer: que CFK sea candidata primero a gobernadora y luego a presidente en octubre. Pero los riesgos de esta operación son altos. Si la ex presidente llegara a perder contra Vidal se desmoronaría su candidatura presidencial y el kirchnerismo entraría en crisis.

Así las cosas, son ya unos cuantos los intendentes que piensan en asegurarse la su reelección mediante un recurso impresentable públicamente pero efectivo en la práctica. Se trata del corte de boleta, en este caso a favor de Vidal. O sea que, llegado el caso, repartirían a los votantes una importante cantidad de boletas de sus propias listas junto la de Vidal gobernadora. Naturalmente esto perjudicaría a quien fuera el candidato a gobernador del PJ pero facilitaría la reelección de los barones del conurbano. Quizás este cuadro de situación sea uno de los motivos por los cuales Vidal se entusiasma con el desdoblamiento y está dispuesta a forzar su aprobación en la Legislatura local.

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