Por Guillermo Cherashny.-

También seguiría en la obra pública con Caputo y Cenzón.

En la ya comentada reunión de la mesa chica del macrismo realizada del lunes de la semana pasada, Jaime Durán Barba y Marcos Peña hablaron de las bondades de ir con la triple alianza hasta ahora conseguida y no acordar con Sergio Massa la interna amplia. Y ni siquiera un arreglo en la provincia de Buenos Aires. El gurú ecuatoriano habría comentado en esa ocasión que esta elección no era de vida o muerte sino que igual habría vida si se pierde en primera vuelta o en el ballotage con Daniel Scioli. Por lo menos se aglutinaría todo el voto opositor y que quiere el cambio y, por otra parte, si no se gana no será responsabilidad de Macri, que se quedaría probablemente con la conducción política con un distrito grande más aparte de la Capital Federal, que sería Santa Fe. Allí el PRO replicaría el modelo de la Ciudad y derrotaría al narcotráfico en esa provincia, dejando a Macri con menos de 60 años en condiciones de ganar la presidencia en el 2019, porque ya estaría agotado el modelo peronista en todas sus variantes. Y la única alternativa sería optar por Macri. No obstante ello, en una reunión más chica, de la cual sólo participaron el líder del PRO, Durán Barba y Marcos Peña, el primero les habría dicho que, aparte de consolidar a su espacio en Capital y Santa Fe, si le toca perder la elección presidencial, se haría cargo de la presidencia de Boca Juniors en diciembre de este año, apenas después de las elecciones del 25 de octubre, o de noviembre, si hay ballotage. O sea que Macri dejaría pasar más de un mes para estar en el candelero nuevamente y, además, quizás intente ir por la presidencia de la AFA. Pero con Boca le alcanzará y hasta sobraría para atravesar cuatro años en el llano.

Las obras públicas, una prioridad

Por otra parte, Macri tiene una larga amistad con Scioli, quien seguramente lo respetaría como jefe de la oposición. Podrá negociar con el actual gobernador un plan de obras públicas en la Capital Federal y en Santa Fe y también otras nacionales con el alter ego del primero, Nicky Caputo, sus primos Calcaterra y Santiago Riva. Este último, dueño de la empresa constructora que se ha convertido en la pantalla de Caputo y Julio de Vido al mismo tiempo.

Riva S.A. no sólo tuvo una importante participación en la construcción del Centro Cultural Néstor Kirchner y del Metrobús de la 9 de Julio sino también -aunque parezca increíble- en la parte inferior del pasto de la cancha de Boca. Algunos ingenieros recomendaron piedra partida y arena para que el pasto rinda mucho mejor. Pero en su lugar, Santiago Riva, contratado por Daniel Angelici, colocó cascote, que es más barato que la piedra partida y la arena. Según algunos, para quedarse así con un «vueltito» más. Así es que éste sería el rumbo alternativo del principal candidato «opositor», cuyo socio e íntimo amigo Nicky Caputo no solo construyó el Museo de la Memoria y el Centro Cultural Néstor Kirchner. Además, otra de las empresas de Caputo tiene la concesión de la limpieza de los hospitales de la Ciudad sin tener dedicación a ese rubro. Esto mientras los hospitales de la Ciudad sufren serias carencias de anestesistas.

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