Por Guillermo Cherashny.-

Cuando el radical tucumano, que próximamente reemplazará a Sanz en la presidencia del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, le fue ofrecido el Ministerio de Salud, la montaña de intereses de los proveedores se vieron afectados. Especialmente el Plan Remediar y la lista de 28 vacunas de las cuales más de la mitad son innecesarias.

Estas vacunas las provee principalmente Hugo Sigman, de laboratorios Ellea, quien es además el cuadro pensante de Cilfa, la asociación que agrupa a los laboratorios nacionales que piratean las patentes las multinacionales. Con dichas patentes colectan altas ganancias, ya que venden los medicamentos sin gastar en investigación científica.

Además, cuando Cano era senador y presidente de la Comisión de Salud, el propio Sigman lo visitó y le exigió una modificación de la ley de patentes que el mismo Sigman redactó en 1995, cuando obtuvo mayoría en las dos cámaras. Dicha ley había sido vetada por Cavallo y Menem, entonces Sigman insistió con dos tercios y logró imponerla.

La respuesta de José Cano fue indicarle la puerta, porque él es obediente a la historia radical y se acuerda cuando Illia promulgó la Ley de Medicamentos del Ministro Oñativia, fue entonces cuando se desencadenó el golpe de 1966.

En estos tiempos no hay golpes de estado, pero el fuerte lobby de Sigman más el de Claudio Bellocopit de Swiss Medical, lograron que no sea nombrado. Sin embargo, como José Cano fue clave en el llamado «tucumanazo», Macri lo valora mucho y lo designó en el Plan Belgrano que traerá infraestructura para todo el norte. De este modo, Juan Manzur, quien opera a través de Sigman y Bellocopit, tiene en Cano un enemigo al cual no le perdonará nada.

Ante la renuncia de Ernesto Sanz al frente de la presidencia del Comité Nacional de la UCR, el reemplazante será Cano, quien seguramente vigilará desde esa fuerza centenaria los negociados de salud de Juan Manzur, asociado a Bellocopit.

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