Por Alexis Di Capo.-

La tensión interna en CAMBIEMOS fue en aumento en los últimos días a partir de que Ernesto Sanz, a la búsqueda de votantes críticos de Macri, empezó a cuestionar algunas posturas de éste. Por su parte, Elisa Carrió, ni bien vio el espacio mediático que se le abría con la denuncia de Jorge Lanata contra Aníbal Fernández, se puso en el centro del ring y no escatimó golpes. En su larga lista negra, aseguró que Guillermo Montenegro, ministro de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires y candidato a intendente de San Isidro por el PRO, también está implicado en el narcotráfico. El golpe dolió en el entorno de Macri, donde nadie ignora que el ex juez federal es, desde hace muchos años, el principal nexo entre el macrismo y Aníbal Fernández. Algunos encuestadores sostienen que la mayor parte de las encuestas, que le asignan a Sanz alrededor del 2% en la elección de este domingo, están muy lejos de la realidad, porque el aparato nacional del radicalismo le aseguraría no menos del 6%.

Tanto Carrió como Sanz coinciden en su interés en que Macri no emerja de las PASO como el dueño de casi todos los votos de CAMBIEMOS y que, en cambio, haya un significativo caudal de sufragios en manos de sus aliados.

Un donativo muy especial

Este juego tiene que ver con el reparto del poder en caso de que Macri llegue a la presidencia. Los radicales y Carrió aspiran a cogobernar y, en la mesa chica del PRO, sólo se admitiría el armado de una gran alianza legislativa y muy pocos acuerdos más. En otras palabras, que Macri no piensa compartir el poder.

La novedad de las últimas horas fue la versión de que el kirchnerismo, conmocionado ahora por el escándalo de los vínculos del jefe del gabinete con el narcotráfico, habría decidido intervenir rápidamente en la interna de CAMBIEMOS para debilitar a Macri fortaleciendo a Sanz.

Concretamente, se habla de que los administradores de la campaña del presidente de la UCR habrían recibido una importante suma salida de las arcas de los fondos reservados oficiales. Este aporte, de ser cierto, serviría para que Sanz duplique su publicidad en los últimos días de campaña y crezca al menos un par de puntos.

La versión, no confirmada, contribuyó a aumentar el clima de suspicacias entre los socios que integran CAMBIEMOS.

Un síntoma más de que entramos de lleno en una larga campaña sucia, donde día a día se juega más fuerte.

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