Por Guillermo Cherashny.-

Así como en los ochenta el ingeniero Álvaro Alsogaray le sacó la careta económica al alfonsinismo, en estos días la presencia mediática de José Luis Espert, Javier Milei, Diego Giacomini y Roberto Cachanosky, entre otros, le ha provocado una herida mortal al «gradualismo PRO». En efecto, no es el peronismo el que descuartiza la política económica del gobierno; en realidad, es una turbulencia autogenerada por la incompetencia propia y el fuego amigo de Melconian-Santangelo y en menor medida por Prat Gay.

En las redes sociales, donde los trolls y fanáticos de pro-Lilita son mayoría, la presencia de los economistas liberales citados al principio, más Carlos Rodríguez, ex rector de la UCEMA, Mariano Fernández, Germán Fermo y muchos más, da claves sobre lo que no se debe hacer en economía en un país. Entre los millennials, Javier Milei llena aulas de facultades en todos el país con el grito «viva la libertad» pero quien se perfila como candidato a presidente es José Luis Espert, autor de «la Argentina devorada», un best seller editorial, y Javier Milei, el ídolo de los millennials, encabezaría la lista de diputados nacionales por la Capital y a senador, Carlos Rodríguez.

En tanto, en la provincia de Buenos Aires, el candidato a diputado nacional es Roberto Cachanosky, seguido por Mechi González y, en tercer lugar, Agustín Monteverde. Se estima que una candidatura liberal podría obtener en las PASO un 10% de votos, que serían todos de desilusionados de Cambiemos, por lo cual el gobierno está ante un serio problema.

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