Por Sebastián Dumont.-

Un enrarecido clima se vive en la Argentina y en la provincia de Buenos Aires a partir de los sucesivos hechos que se produjeron en los últimos días. Desde la aparición de Jaime Stiuso a los extraños hechos de inseguridad que se dieron en la casa del intendente de La Plata, Julio Garro. Como solía decir la presidente Cristina Kirchner, todo tiene que ver con todo.

La aparición del ex Director General de Operaciones de la SIDE, Jaime Stiuso, también ayuda a explicar algunas situaciones internas de la policía de la provincia de Buenos Aires.

Desde que estalló la “guerra de los servicios”, se sabe que Stiuso y su gente tenían un enfrentamiento muy duro con sectores de la bonaerense comandados por, en aquel entonces, Hugo Matzkin. El asesinato del agente Tomás Lauchón Viale en su casa de Moreno es adjudicada a sectores la fuerza policial de entonces.

Pero esta historia tiene más nombres. CFK decidió armar una SIDE “blue” y le dio el manejo a Fernando Pocino, César Milani y Matzkin. La guerra terminó de estallar en diciembre de 2014 y sumó su capítulo más oscuro en enero de 2015 con la muerte del fiscal Nisman.

Es extraño que trascendiera la unidad de Pocino, Milani y Matzkin en una consultora de seguridad que tendría base en Ezeiza. Los pagos de Alejandro Granados, el ex ministro de Seguridad de Scioli y varias veces reelecto intendente de ese distrito.

El reciente robo a la casa de Julio Garro encendió las alarmas. Fue después del discurso de la gobernadora María Eugenia Vidal donde dijera que los comisarios tienen que presentar sus declaraciones juradas. Un golpe duro para ese sector.

Más tarde, el senador provincial Jorge D’Onofrio se encargó de brindar su apoyo a la iniciativa de la gobernadora. El legislador titular de la bancada massista en la Cámara Alta sigue de cerca hace mucho el tema de la seguridad. Incluso lo ha denunciado en varias oportunidades al ex jefe de la bonaerense Hugo Matzkin. Sabe de lo que habla y a lo que se refiere.

En ámbitos políticos creen que haberle apuntado a Garro es darle un mensaje directo a Vidal. Es una opción, aunque en La Plata se juegan muchos otros intereses que podrían estar vinculados entre sí. Uno de ellos es el caso del Mercado Regional, que ya genera polémica. Se viene allí, por ejemplo, la renovación de los pisos de las empresas de transporte que llegan a la ciudad capital. Sólo un dato. Julio Garro le dio el manejo de esas unidades a Fernando Rozas, vecinos del mismo country y amigos desde hace mucho tiempo. Rozas es un dirigente de bajo perfil que durante mucho tiempo manejó las listas de Francisco De Narváez. Pero su verdadero contacto es Gustavo Ferrari, hoy en el gabinete de Vidal. Son más que amigos, son compadres. Como se ve, todo podría tener que ver con todo.

Horas de alta tensión en la provincia de Buenos Aires.

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