Por Antonio Rossi.-

Aunque ninguno lo va a admitir públicamente, para los ex secretarios de Energía la convocatoria oficial que les hizo el ministro Juan José Aranguren representó un demorado reconocimiento de su tarea y una esperada revancha por la marginación que tuvieron que soportar en los primeros meses del gobierno macrista.

Ninguneados por Aranguren que en el mes de marzo no los quiso recibir en su despacho y los derivó a su equipo de colaboradores y asesores, los ex secretarios de Energía fueron llamados ahora de urgencia para apuntalar la imagen del ministro y sumar argumentos a favor de los aumentos de tarifas frente a la Corte Suprema de Justicia que en los próximos debe definir las subas que están en juego para el servicio de gas.

Pese a que inicialmente se negaba a convocarlos, Aranguren terminó buscando el apoyo de los ex secretarios de Energía, tras una indicación que le bajó el Jefe de Gabinete, Marcos Peña ante los embates cada vez más punzantes y sonoros de la oposición.

Acostumbrado en Shell a impartir órdenes, ésta vez el ministro tuvo que cumplir con una instrucción superior y recibir con alfombra roja a los secretarios que hace unos meses había dejado de lado.

Tal como sucedía durante la era kirchnerista con los hechos que no eran favorables al gobierno, los funcionarios de Energía salieron a “venderle” a los medios una versión sesgada y edulcorada de la reunión que mantuvieron Aranguren y los ex secretarios.

En vez de reconocer el real motivo de la convocatoria, el vocero de prensa de Aranguren sostuvo que como resultado del encuentro se dio “inicio a un proceso de búsqueda de consensos básicos para el establecimiento de un ACUERDO FEDERAL ENERGÉTICO junto al grupo de los ex secretarios de Energía, integrado por Emilio Apud, Daniel Montamat, Jorge Lapeña, Alberto Devoto, Alieto Guadagni, Julio César Aráoz y Raúl Olocco”.

Según la particular visión oficial, los ex secretarios van a funcionar “como un Consejo Consultivo Federal permanente para trabajar en la búsqueda de consensos necesarios para el establecimiento de políticas energéticas de mediano y largo plazo junto al Estado Nacional”.

El insólito “relato” del ministerio de Energía que buscó ocultar la debilidad política del ministro pasó por alto un dato clave. Para que realmente se desempeñen como un “Consejo Consultivo Federa”, los ex secretarios deberían ser nombrados por medio de resoluciones oficiales y ser aceptados por las provincias.

Además, si las tareas de dicho Consejo van a apuntar a la definición de las “políticas energéticas de mediano y largo plazo”, lo primero que tendría que hacer Aranguren es eliminar del organigrama de su ministerio a la Secretaría de Planeamiento Energético Estratégico y la Subsecretaría de Escenarios y Evaluación de Proyectos.

Estas dependencias que conducen los ex consultores privados Daniel Arroyo y Mauricio Roitman tienen, justamente, entre sus principales funciones el establecimiento de las políticas energéticas para el mediano y largo plazo.

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