Un informe que circula reservadamente en el Congreso revela el funcionamiento de los trolls del oficialismo. Ésta es la síntesis del mismo:

Los trolls de CAMBIEMOS instalan temas, hashtags e imágenes y responden criticas. Lucho Bugallo, Carlos Correa Arias y Nazareno Etchepare son 3 asesores de Elisa Carrió con historia en el armado de los cacerolazos contra Cristina. Otro caso es el de Octavio Paulise, otro operador, cuya especialidad en las redes sociales es el robo de identidades. Cuando Guillermo Dietrich se enfrentó a cuestionamientos por el uso de un helicóptero militar, contrató a Paulise para que desarrollara la contraofensiva en las redes. Paulise trabaja oficialmente en la Agencia de Seguridad Vial que depende del Ministerio de Transporte.

En un pantallazo general, Marcos Peña es el jefe político de los trolls y dirige al menos cuatro grandes estructuras.

Guillermo Riera es, por su parte, el jefe operativo de este esquema. Los cuatro trolls son los siguientes: el que responde a Carrió y coordinan Bugallo, Etchepare, Correa Arias y Alejandro Collareda. Sigue el troll que responde a Dietrich y maneja Paulise.

El troll que sigue las instrucciones de Patricia Bullrich lo gerencian Mariana Torres y Marcela Morán. Por ultimo, está el troll de Hernán Lombardi, que administran Pedro Pérez Correa y Ricardo Benedetti.

El coordinador de este aparato es Riera, ex digital media manager de La Nación. Fue militante de la UCD y su empresa G Digital obtuvo contratos millonarios de la ciudad para realizar “ difusión de actos de gobierno”.Actualmente es Subsecretario de Vinculo Ciudadano y maneja un presupuesto de 163 millones anuales para reaccionar contra las amenazas que sufre el gobierno.

El esquema operativo de los troll oficiales se asemeja a una pirámide con tres niveles.En la cúspide están los coordinadores, que son asesores de confianza política de los altos funcionarios citados.En un segundo nivel están los trolls y cada uno maneja entre 20 y 30 cuentas. Son ellos los que escriben y contestan.

En la base de la pirámide están los bots que no generan contenidos sino que siguen a los trolls.

La actual organización se formó en el 2015 y con la actual baja de costos de los activos digitales , esto es direcciones de ip, cuentas falsas y mails, se facilitó la actividad de estas organizaciones.

La cantidad de cuentas truchas actuales llegaría a 10000.Cada vez que una cuenta cae-por ejemplo porque es suspendida -se la reemplaza por otra.La granja es la fase de incubación y mantenimiento para darles credibilidad y vida propia a las cuentas. Deben parecer de personas reales y para esto se desarrollan los perfiles individuales. Las cuentas se compran en cualquier país pero la estructura física esta en la Argentina. La estructura de coordinación la componen las 40 personas que trabajan en laSubsecretaría de Vinculo Ciudadano. La organización incluye además a 4 células de ataque.

¿Qué pueden hacer en Twiter, Facebook y YouTube?

La tarea básica es darle mantenimiento a las cuentas,o sea credibilidad para que la cantidad de seguidores aumente.Luegoestan las acciones de desprestigio que desarrollan una línea de ataque con objetivos precisos.Los coordinadores publican los contenidos principales desde fakes que administran personalmente.Los trolls toman de allí la línea de escrache y la difunden en sus 20 o 30 cuentas.Un tema puede tener 300 usuarios y ser trending topic. Es fundamental que las cuentas accionen simultáneamente. Si se coordinan por ejemplo 300cuentas reales o que parezcan reales que publican a la misma hora y minuto utilizandocontenidos diversos y utilizando el mismo hashtag es probable que ese tema sea utilizado por las redes sociales como tendencia.

También tienen portales que simulan ser sitios periodísticos o agencias de noticias. A esto se le suma el robo de identidades de periodistas montados en los sitios de fake news.

Twitter tiene un tercio de usuarios de Facebook pero marca mucha más agenda porque los trending topics concentran los temas. Twitter conoce las cuentas de los bots pero no hace absolutamente nada.

En los últimos tiempos,algunas empresas dedicadas a la investigación digital se lanzaron a la caza de estas operaciones.

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