Por Guillermo Cherashny.-

La provincia de Tucumán es la sexta por número de votantes en el país, después de Mendoza, ya que cuenta con el 3,8% del padrón nacional frente al 4,8% de la provincia cuyana. El sistema de acoples tucumano permite que haya un alto porcentaje de votantes, porque hay 500 partidos y 25.000 candidatos, por lo cual el domingo votó el 85% del padrón, el promedio más alto del país. Y en las PASO fue del 77% contra bastante menos del nacional. En esta provincia, Daniel Scioli aventajó a Macri con el 57% contra el 20% del porteño y el 16% de Massa. Con ese porcentaje de votantes, Tucumán tiene la misma importancia en el padrón nacional que Mendoza, con la diferencia de que en las PASO mendocinas Macri le ganó a Scioli por 36% a 33%, lo que significó una gran ventaja para el gobernador, ya que, sobre un mismo porcentaje de votantes nacionales, en un caso Scioli obtuvo 37% de ventaja contra sólo el 3%. De ahí que Macri deba trabajar mucho para descontar esa ventaja, más teniendo en cuenta el triunfo de Cano en San Miguel de Tucumán a través del nuevo intendente Domingo Amaya, quien puso al nuevo alcalde electo Germán Araujo. Éste es peronista y es muy probable que sus votos peronistas, como no integran CAMBIEMOS, sigan a favor de Scioli, aunque no se sabe si repetirá el 57% de las PASO, donde la oposición no tuvo ningún control, porque el PRO no quiso pagarles a los fiscales. En tanto que José Cano el domingo puso fiscales radicales de provincias vecinas y el 54% que obtuvo Juan Manzur puede ser menor al descubrirse más de 300 telegramas que no se correspondían con la voluntad popular. Por todo esto, no está claro que Scioli repita ese 57%, que es clave para poder ganar en primera vuelta. Y hay que ver si Macri le puede sacar algún porcentaje a Sergio Massa, porque lo que descuente en Tucumán puede permitirle llegar a la segunda vuelta.

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