Por Carlos Tórtora.-

El discurso de Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa no fue de los que pasarán a la historia pero al menos tuvo el mérito de ser moderado, excepto por las reiteradas fabulaciones en materia economía, como el aumento de las inversiones. Fue obvia la intención de no polemizar con el kirchnerismo, al cual sólo se refirió en forma indirecta. Por ejemplo, en la comparación con Venezuela. El grueso de la disertación se centró en temas de gestión y la política quedó relegada, al punto que prácticamente no hubo mención alguna al tema electoral, como si se diera por supuesto que el año que viene él estará nuevamente ante la Asamblea Legislativa. Para algunos, este tono de jefe de estado más que de líder político sería un ensayo de lo que el macrismo prepara para su campaña electoral. Macri se inclinaría entonces por hacer una campaña exaltando los resultados de su gestión y con escasas alusiones políticas. Haciendo un repaso de temas, el presidente apenas mencionó la política exterior y directamente ni mencionó a la Defensa, excepto para rendir homenaje a los muertos del ARA San Juan. El oportunismo político se hizo notar cuando dio su apoyo a que el aborto vuelva a tener tratamiento legislativo. Y a propósito de esto, las relaciones con la Iglesia fueron también omitidas del discurso.

Por supuesto y como era de esperarse, la pieza oratoria planteó un clima irreal de recuperación económica y soslayó cuidadosamente la existencia de la actual crisis, enfatizando indicadores positivos sumamente cuestionables como pautas de una recuperación que en realidad no está a la vista.

Nada de Bolsonaro

No se cumplieron los pronósticos de que Macri seguiría a Jair Bolsonaro y que su alocución reflejaría la intención de ir hacia la mano dura. Lejos de eso, los enunciados sobre seguridad y justicia fueron en extremo moderados e insuficientes. En líneas generales, Macri le apuntó a un espectro centrista y evitó posturas demasiado cortantes pero al mismo tiempo fue opaco y sin vuelo, acompañando así la actual etapa deslucida del gobierno nacional.

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