Por Guillermo Cherashny.-

El gobierno nacional y provincial después de la salida del default se dedicó solamente a criticar al gobierno de Rodríguez Larreta por su posición aperturista ante la pandemia, profundizar las políticas de género y mostrar indiferencia ante la toma de tierras en la provincia de Buenos Aires y en el sur del país, lo que ocasionó una dura crítica de Massa y Berni contra la indiferencia y justificación de las tomas por parte de Frederic y una posición ambigua de Kicillof al tiempo que se diagramó un plan de seguridad de 37.000 millones de pesos para equipamientos y donde se olvidó el imprescindible aumento para los efectivos de la bonaerense, lo que motivó un movimiento interno en la fuerza a través de las redes sociales y donde el gobierno nacional y provincial no tuvo ninguna información por estar en otra cosa, al tiempo que Florencia Arietto, ex jefa de seguridad de Independiente y de Juntos por el Cambio, viendo lo que ocurría en las redes lo dijo por televisión, mientras Frederic, Berni y Camaño de la AFI dormían la siesta.

La reacción del gobierno del martes responsabilizando a Florencia Arietto como líder de la protesta es una sobreestimación de la figura de una opinadora de seguridad y que junto a Patricia Bullrich aprovecharon la falta de información y la desidia del gobierno nacional y provincial. Berni, que tiene muy buena imagen en la población, no era bien visto por el gobierno nacional ni el provincial ni por los intendentes y también de salir mucho en los medios y desconocer que se venía una protesta policial.

Está claro que el internismo entre Frederic y Berni les hizo perder el contacto con la realidad y desayunarse con esta protesta gigantesca que, aunque se resuelva, tendrá un alto costo político para el gobierno aunque la protesta es demasiado larga.

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