Por Guillermo Cherashny.-

A mitad de año, cuando el gobierno atravesaba una crisis económica sin salida que lo ponía en peligro de terminar su mandato en ese momento, logró con la designación de Sergio Massa estabilizar las variables económicas y pasar de una inflación del 7,3% mensual al 5% en seis meses.

Y cuando se esperaba un verano tranquilo, como pasó el fin de año cuando dos meses antes se hablaba de otra crisis, el gobierno se las ingenió para volver a repetir los problemas económicos de mitad del año pasado. En efecto, la reacción destemplada del presidente y la vicepresidente frente a dos fallos negativos de la Corte Suprema durante el mes de diciembre de continuar con el pedido de juicio político a toda la corte que anunció Alberto por su cuenta o para recuperar la relación con Cristina -es un misterio que ningún analista puede asegurar- pero lo cierto es que todo el kirchnerismo se sumó a esta cruzada destinada al fracaso. Aunque el objetivo no sea un éxito del juicio político o sólo un «escrache» durante meses a los integrantes del tribunal, no se ve qué ganancia puede obtener el frente oficialista con esta jugada. Es más, se desgasta en una operación destinada al fracaso. Pensar que los supremos se pueden asustar por un show mediático en el congreso es de una ingenuidad supina; es más, se van a fortalecer, porque los diputados enjuiciadores son impresentables.

Del mismo modo, el documento elevado a las Naciones Unidas donde se señala que el gobierno es perseguido por la justicia, los medios de comunicación y la oposición, es otro disparate destinado al ridículo que nadie en el mundo puede tomar en serio.

En el medio de esta tensión, se realizó la cumbre de la CELAC, un foro regional presidido este año por nuestro presidente, donde la visita de Lula, el flamante presidente de Brasil, se vio opacada por si venía o no el dictador Nicolás Maduro como integrante de ese foro y además, Wado de Pedro del Interior no fue invitado a reunirse con el ilustre visitante y los organismos de derechos humanos y también no visitó a Cristina en el senado, con lo cual Alberto se adueñó del presidente de Brasil.

Todo este circo de la Corte y la CELAC sólo sirvió para que se disparara el dólar blue y que se estorbara el proceso de contención de la inflación, o sea que esta payasada del gobierno le produce daño económico y le resta intención de voto en las próximas presidenciales, es decir que es una jugada a toda pérdida.

Share