El consultor Federico González le responde a Carlos Tórtora sobre las consecuencias inmediatas de la elección de mañana.

CAT: ¿Hay algún indicio de que haya habido un acercamiento en los puntajes de ambos candidatos?

FG: El viernes de la semana pasada, el 13 de noviembre, teníamos a Macri 11 puntos arriba, 55,5% contra 44,5% proyectando 8% que sumaban los indecisos y los votos en blanco.

CAT: ¿No hay señal entonces de que se haya achicado la diferencia?

FG: Yo creo que no. Me parece que si se achicó, no debe ser mucho.

CAT: ¿Cuántos indecisos hay?

FG: Nosotros teníamos 5% hace una semana; no me parece que se hubiese agrandado ese grupo. Creo que la cifra de ACE era 51-41. Me parece que incluso proyectar proporcionalmente en cuanto a los indecisos es muy conservador respecto de Macri. Los indecisos son más de Macri que de Scioli. Es gente que se pregunta si animarse o no a jugársela por el cambio. Por ahí ésos podrían o no animarse, yo creo que sí.

CAT: La diferencia de 11% está dentro de un cálculo razonable, implica un margen cómodo, pero sugiere además que la crisis en el peronismo puede ser inmediata y muy grande.

FG: Si ocurre eso, el peronismo tiene una gran complicación. El kirchnerismo va a quedar en el lugar de los responsables; van a decir que la culpa es de Scioli. Por otro lado, Massa va a pretender ser un nuevo referente, pero le van a pasar la factura de su indeterminación, de jugar a la ambigüedad. Me parece que va a haber algún líder emergente, y creo que va a ser Urtubey. Randazzo tendría complicaciones, si bien tiene en su haber el no participar en estas elecciones y plantarse cuando tuvo que hacerlo, no deja de ser alguien que acompañó hasta casi las últimas consecuencias, no como Massa. Va a haber un proceso de renovación que no sé cuánto va a durar. Me parece que hay que seguir de cerca a Urtubey, porque es joven, es gobernador, hizo una buena elección y es un hombre prudente, moderado, moderno y no tiene los problemas de Massa, que no se sabía dónde estaba cuando las cosas estaban complicadas para el espacio.

CAT: ¿Cristina está obligada, más con un resultado así, a reaparecer en forma inmediata?

FG: Para mí es impredecible, la verdad; puede pasar eso, así como que se llame a silencio y aparezca como una estadista más allá del bien y del mal. Que intente salvarse sugiriendo que ella no perdió y que se va con la mirada en alto. Estas situaciones de derrota, en otras oportunidades, se han escondido, pero ésta es terminal y por ahí sale la Cristina dulce, magnánima y comprensiva. Además, sobre el ritual de ponerle la banda a Macri, es mejor crear un clima de cierta caballerosidad femenina, si vale el término.

CAT: ¿Qué hace un Scioli con 11 puntos abajo? ¿Qué le queda hacer?

FG: Yo creo que, si llega a perder y por esa cifra, es una causa perdida. Puede ser una figura que tenga importancia, un senador, embajador, pero un presidenciable, no creo. Para mí él es un producto medio inventado por la coyuntura; no me parece un líder nato que haya tenido influencia por sus dotes personales en sus pares. La situación lo puso en un lugar que supo conservar pero siempre estuvo sobrevaluado como dirigente político y como pensador. Es un caso extraño de la política argentina, donde las circunstancias hicieron que esté donde está, pero no es más que eso, no es un luchador. Siempre quedó bien parado y no desentonó, que no es poco. Por ejemplo, Sergio Massa incurrió en el arte de meter la pata y su ego lo perjudicó políticamente. Se la creyó demasiado, aunque diga que aprendió la lección.

CAT: ¿Creés que va a haber un acercamiento de los gobernadores peronistas a Macri?

FG: Lo va a haber, porque es lo políticamente correcto. Me hace acordar a cuando ganó Alfonsín y uno de los primeros dirigentes que recibió fue a Menem y éste fue el primer dirigente que se mostró civilizado. Fue un gesto del peronismo civilizado el estar y dar una mano. Me parece que es lo mejor; es lo más sensato, porque para ser opositor hay tiempo. Entonces belicosos estarán los que digerirán la bronca y querrán el mismo lunes poner palos en la rueda a lo que será la nueva gestión. Hay un clima medio raro con lo de la campaña del miedo. Soy profesor de la UBA, y el sistema de mail se utiliza cuando un profesor fallece y para publicar el sistema de premios. Ahora se está utilizando esa lista para hacer campaña y parece que en la facultad son el 98% kirchneristas y los que no lo son deben tener miedo de hablar. Hay un fondo de que hay que resistir a lo que se viene y hace tiempo no recuerdo algo así.

CAT: ¿Resistir a qué se le llama?

FG: A los ajustes, a luchar para que no nos quiten los derechos adquiridos, contra la privatización. Eso comienza así y capaz aparece algún accidente. Es como si todos los científicos y profesionales estuvieran enrolados en el kirchnerismo. Es muy discutible.

CAT: ¿Es una actitud momentánea o permanente?

FG: Depende de lo que haga el nuevo gobierno. Si se mandan la gran López Murphy, se va a armar quilombo, obviamente, pero no me lo imagino tan insensato. Los que tienen miedo es a un fantasma de algo que no existe o por lo menos no como ellos se lo imaginan. No podés tener las razones estructurales que sabemos que la ideología determina, en última instancia, si se va hacer en una línea o en otra, no lo sé. Uno llega a tener cierta edad y hay ciertas cosas de las que estás cansado o renunciás a las simplificaciones, porque en algunas cosas creo que somos simplificadores. La edad nos hace simplificar y en otras nos hace descreer de las simplificaciones. No es una discusión muy exacta, hay que ver, si gana Macri, qué hace realmente. Por ahí hace algo que es buenísimo, por ahí pone a la Argentina en una situación que nunca estuvo, o no. Por ahí hace algo peor de lo que supone a lo mejor de la imaginación de los que tienen miedo. Pero la verdad, me parece que lo prudente es que no lleve paraguas antes de que llueva. Algunos dirán que hay mucho en juego, las reglas de la democracia. Entonces hay que tener paciencia y no precipitarse a los acontecimientos. Pasa que es la ansiedad de saber. Convendría que se salga del libreto y ésos son los tiempos modernos. No cuesta nada explicar un poco cuál es el plan, aunque sea a grandes rasgos.

CAT: Aparte, por su formación profesional, es poco flexible en la comunicación…

FG: Y sí; está demasiado guionado. En Macri, no sé si es virtud o defecto. Depende de cómo uno lo mire. Es un buen alumno para mí; él se dejó confiar y bueno, me parece que como hombre de decisión una vez que decide no se va relativizando. Entonces me parece que él evolucionó mucho como político, un poco por experiencia, supongo, y otro poco porque debe de haber escuchado a sus asesores. Ahora, hay algunos aspectos que te dan la sensación de que lo toman literalmente y no se salen del libreto y hay momentos que es exasperante que no responda. Esta elección está llena de paradojas; hay momentos en los que Macri es exasperante y hay momentos que en su discurso, mas allá de las palabras, es muy parecido a “con fe y esperanza”. Macri parece Scioli y Scioli parece un opositor.

CAT: Digamos que Macri llega a Presidente y que entonces debería tener otra forma de comunicarse, ¿va ser mucho más importante cada pequeña señal?

FG: Y sí, nadie nace sabiendo las cosas más relevantes que termina haciendo porque todo es un aprendizaje. Para mí el kirchnerismo es un ejemplo de lo que se llama estrategia emergente. No es la que está planificada a priori sino la que se va gestando sobre la marcha; algunos ellos la llaman improvisación. Está claro que hay un lector estratégico y al discurso lo vas adaptando según las circunstancias. Lo que es cierto es que la mayoría de los hechos que reivindica el kirchnerismo no estaban en esa plataforma del 2003; fueron apareciendo sobre la marcha.

CAT: La construcción de un relato tan completo no fue hecho en un día. Le dio al kirchnerismo una gran magnitud política que en realidad no tenía. En ese sentido, ¿el macrismo es mucho más modesto?

FG: Si bueno, pero creo, mirá, a mí me parece que lo que importa es lo que se hace. Por ahí andamos fenómeno, no vamos andar en ningún paraíso, supongo, pero cada gobierno tiene su impronta. Yo vivo en Capital y a veces digo “la verdad que esto está bien” y hay veces que me pregunto dónde esta la gestión Macri. Si lo comparan con lo que había antes, hay algunas cosas que son del orden de lo constructivo, como el Metrobús, aunque tampoco es para ganar el premio a la gestión estratégica. Por lo menos. es algo que es tangible, como lo de las inundaciones, antes las había y ahora ya no las hay.

CAT: Sí y mucha publicidad y buena publicidad…

FG: Claro, es mucho más de lo que dicen que hicieron. Soy bastante escéptico pero más allá de eso, yo creo, esto lo decía Bioy Casares, uno puede ser un escéptico, pero tiene el deber de ser optimista en el día a día. Y si gana Macri, acompañemos la ilusión de que esto puede ser distinto. Si no lo es, vendrá el momento de pasar facturas y hacer oposiciones. No hay que ser salvajes e imputarle cosas que todavía no hizo, porque me parece que eso es medio paranoico.

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