Por Guillermo Cherashny.-

El rotundo fracaso de Mariano Recalde en la elección de la capital el domingo pasado no se basó en que perdió frente al PRO sino en que quedo atrás de Martín Lousteau, que en forma individual lo superó por el 6%. Esto demuestra que la presidente se sigue equivocando cuando decide digitar un candidato o un vicepresidente, como ocurrió con Amado Boudou, al cual hasta el oficialista fiscal de casación Javier De Luca lo dejó solo. Ahora la incógnita es si una presidente enojada como estuvo el martes pasado por el fracaso de La Cámpora y por la confirmación del juez federal Claudio Bonadío en la causa Hotesur, insistirá con la idea de ponerle a Daniel Scioli un vicepresidente del “palo”, como llaman en el cristinismo a alguien del “modelo”. De ahí que además de Axel Kicillof se hable ahora de Agustín Rossi, y entonces el ministro de defensa compita con el de economía en cuál de los dos le cargaría una mochilla más pesada al gobernador de la provincia.

Para otros kirchneristas, lo ideal sería que lo acompañe a Scioli un gobernador como José Luis Gioja que, si bien conserva cierta independencia, tiene buena relación con la Casa Rosada. A todo esto, el influyente Secretario General de la Presidencia Eduardo “Wado” de Pedro pensaría que lo mejor es llenar las listas de diputados nacionales y senadores, antes que poner candidatos a gobernador como Guillermo Carmona y Recalde, o eventualmente la candidatura de Kicillof a vicepresidente.

El futuro de UNA

Simultáneamente con este proceso en el oficialismo, ayer se formalizó la Unión por una Nueva Argentina, con la cual Sergio Massa y José Manuel de la Sota intentarán captar a los peronistas desplazados por el dedo presidencial. Hoy por hoy, la fortaleza electoral del Frente para la Victoria alcanza para retener y aún reincorporar dirigentes ante la perspectiva de que Scioli sería el único capaz de ganarle a Mauricio Macri en un probable ballotage. Es difícil que un gobernador del PJ se enoje y parta hacia la UNA, porque el rechazo a Macri como futuro presidente unifica al peronismo. Ahora la incógnita es si UNA se acercará en las PASO del 9 de agosto a los guarismos del PRO. Todavía hay margen para la duda acerca de si la triple alianza o la UNA serán un claro segundo detrás del FpV. En la primera vuelta es probable que ambos voten a sus propios candidatos y que Scioli capte muchos más votos de la UNA que Macri y gane entonces en el ballotage.

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