Por Alexis Di Capo.-

El pasado 19, el periodista radial Miguel Ángel de Renzis convocó a una reunión de dirigentes del peronismo porteño con fines evaluatorios de la marcha de la campaña para las PASO. Todo indica que de Renzis formaba parte de una operación de captación de sectores ortodoxos por parte del kirchnerismo. De ahí que entre los presentes en la reunión se destacaban Roberto Grabois y Virginia Sanguinetti, dos figuras de la famosa Guardia de Hierro. En el caso de Grabois, su importancia actual es ser el padre de Juan Grabois, operador principal de Francisco en Buenos Aires. También estaban presentes César Arias, Alberto Gelly Cantilo, Franco Arena, Carlos Pingitore, Alicia Fiamberti de Álvarez y el ex legislador porteño Raúl Padró. Ni bien comenzado el encuentro, De Renzis le cedió la palabra a Grabois, quien indujo a los presentes a converger en el apoyo al Frente de Todos. A continuación, tomó la palabra Padró, conocido por su encendida retórica nacionalista. Este hizo un análisis histórico de los embates sufridos por el peronismo desde el 55 calificando de antiperonista al movimiento Montonero. Continuó luego descalificando a sectores del PJ porteño como el grossismo, recordando que Grosso forma hoy parte de la mesa chica de Macri. Finalizo Padró con una serie de acusaciones contra Cristina Kirchner y Alberto Fernández, caracterizándolos como “mafias pejotistas”. Sintiéndose tocado, Grabois se puso de pie e interrumpió a Padró gritándole repetidas veces “fascista de mierda”. Padró le replicó: “carecés de autoridad moral para objetar. Provenís del partido comunista y después fuiste empleado y operador del almirante Massera. Venís de una familia judíte y ahora te presentás con tu hijo como operador del Papa. En este punto del escándalo Grabois optó por retirarse junto con Sanguinetti. Luego, la mayor parte de los presentes se pronunció a favor de la postura de Padró.

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