Por Carlos Tórtora.-

Antes de diciembre serían inaugurados ocho locales partidarios, uno en cada una de las secciones electorales de la provincia de Buenos Aires. Se trata de una decisión política de Juan Manuel Urtubey que de este modo pasaría a disputar territorialmente con Sergio Massa, el único miembro del peronismo alternativo que cuenta con una estructura bonaerense. Justamente, el gobernador salteño se habría atrevido a disputar el espacio bonaerense ante las muestras de debilidad de Massa, que en las últimas semanas sufrió la ruptura de Felipe Solá y cuatro diputados nacionales más, además de legisladores locales. Hasta entonces, Massa aparecía como el candidato a gobernador bonaerense más obvio de cualquiera de los gobernadores con aspiraciones presidenciales. Pero su debilidad se volvió explícita, más cuanto el tigrense se sentó con María Eugenia Vidal a negociar la aprobación del presupuesto bonaerense, encontrándose con la sorpresa de que ella ya estaba negociando con el grupo de diputados que responde al intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.

Arrinconado

Todo esto ocurre en el marco de rumores que hablan de la posibilidad de un acuerdo electoral entre Massa y Cambiemos. En este orden, se menciona otra posibilidad: que Malena Galmarini termine siendo candidata de Cambiemos a la intendencia de Tigre contra el actual alcalde, Julio Zamora, que es apoyado por la conducción del PJ bonaerense.

De ahora en más, el massismo parece condenado a luchar por su supervivencia en un terreno que le es cada vez más desfavorable.

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