Por Sebastián Dumont.-

María Eugenia Vidal revisa su relación con el peronismo. La confirmada renuncia al gabinete provincial de Francisco Echarren, el joven intendente de Castelli que dejó su comuna para hacerse cargo del área de viviendas, decidió volver a su municipio y ratificar su pertenencia política al justicialismo. Esa fue la excusa formal, para explicar las verdaderas razones hace falta hurgar en la interna con el ministro de infraestructura Roberto Gigante, de mucha cercanía con la gobernadora. En el fondo, el funcionario esperaba contar con recursos para hacer política y se encontró que los métodos son distintos. Horas atrás, el intendente de José C. Paz Mario Ishii, considerado un aliado peronista, también marcó distancia aduciendo que ya no le atiende el teléfono la mandataria. Por lo visto, la idea de sumar peronistas de una forma u otra, no tiene los réditos político que se esperaban. Distinto es el caso del Ministro de Gobierno Joaquín De La Torre, a quien los intendentes peronistas le reconocen su accionar.

En algún momento comenzó a plantearse la idea de la creación del vidalismo como corriente interna dentro de Cambiemos y con proyección a futuro. Es más, desde este mismo sitio hablamos del entrismo peronista en las filas del gobierno provincial como estrategia clásica del PJ de “salir en auxilio de los ganadores”. Pero las cosas parecen comienzan a cambiar. Y se nota más en la provincia de Buenos Aires donde Vidal abrió la posibilidad de sumar dirigentes de ese espacio político o avanzar en acuerdos tácitos con ellos.

Joaquín De La Torre fue el primero que se sumó con responsabilidades fuertes y de origen peronista. Es hoy el ministro político del gobierno y habla con todos los jefes comunales. Además está detrás de la reparación de daños en aquellas comunas donde las cosas no funcionan como esperaban. El caso de Mar del Plata y ahora de Olavarría son la clara muestra de ello. Es más, los intendentes del FPV reconocen su accionar por considerarlo un par y entender lo que significa gobernar un territorio.

Pero con el resto de los acuerdos o principios de entendimientos, las cosas fueron distintas. Francisco Echarren sorprendió cuando decidió sumarse al gabinete provincial en el área de vivienda. Sobre todo porque siempre fue un kirchnerista confeso a punto tal de ser considerado hombre de Julio De Vido. Si bien es cierto que De Vido y el macrismo nunca se llevaron mal, a la luz del análisis político, era difícil para Vidal explicar ese acuerdo. Es más, el intendente de Castelli fue uno de los jefes comunales que visitó al Papa Francisco en Roma el 25 de Mayo de 2016 cuando fueron a presentarle el Pacto de San Antonio de Padua. Sus pares lo consideran un “cuadro” del peronismo.

A ello se suma la reacción de Ishii que está molesto porque el gobierno provincial no habría cumplido con lo que él dice le prometieron y salió a marcarlo. No es cierto que se reunió con CFK, pero la verdad es que la ex presidente mide bien en su terruño y si no hay algo que justifique ser funcional a Cambiemos, nadie va a arriesgar su propio territorio. Lo que sí parece caída es la idea de la colectora peronista para restarle votos al resto de la oposición en acuerdo con el gobierno provincial. De estas temas se encargaba Federico Salvai. El mejor momento de la

relación se vivió en diciembre cuando compartieron palco Vidal, Ishii y Duhalde. El ex presidente sigue trabajando para sostener al gobierno y ahora opera a favor de Florencio Randazzo, de quien aseguran no iría por adentro del FPV. La pregunta es quién estaría tan dispuesto a allanarle el camino para quedarse con la conducción del peronismo. Por tal razón, deberá ganárselo en la cancha. Dicen que está dispuesto a enfrentarse a quien sea. Se verá llegado el momento.

La realidad es que muchos peronistas soñaban con encontrar en Vidal una par de ellos, olvidándose de sus orígenes en la política. “Venían acostumbrados a otra cosa con Néstor y Cristina”, aseguran fuentes provinciales. Lo que está claro es que la lógica del PRO es distinta. ¿Mejor o peor? la respuesta empezará a develarse desde octubre.

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