Por Carlos Fara.-

Ya casi no hay dirigente oficialista (culposo) u opositor que no reconozcan cómo está llegando Cristina a la recta final de su mandato. Marcando agenda, controlando hasta el último resorte de poder, imponiendo sus criterios, desalentando rebeldías. Y sobre todo… recuperando imagen.

De datos parciales de nuestro último estudio nacional (aun en procesamiento), vemos que desde marzo hasta acá la aprobación de gestión ha pasado de 41 a 53%. Es decir, 12 puntos en 3 meses, con todos los problemas que acumula la Argentina. No solo eso, la pone casi por primera vez en superávit de imagen de gobierno en todo este segundo mandato. Claramente la gente puede hacer una evaluación desapasionada de su legado en la medida que ya no estará en la grilla presidencial de este año. Pero podría estar en algún otro lado de la sábana de boletas…

  • La recuperación de “la jefa” no es un dato aislado. Su imagen personal se recuperó junto con su gestión (como era esperable), y se mantiene estable y positiva también desde marzo.
  • En marzo el 31% decía que le gustaría que Scioli sea el próximo presidente. Hoy lo dice el 40%. Eso significa que la tendencia empieza a poner al FpV con la probabilidad de una victoria en primera vuelta.
  • En marzo el 27% declaraba intención de participar en la primaria presidencial del FpV. El indicador llega al 40%.
  • Y lo más importante de todo: el crecimiento de quienes dicen que prefieren la continuidad al cambio pasó del 34% en marzo al 43% ahora, y se consolida como tendencia. Decimos que esto es lo más importante porque sobre este ascenso de la marea positiva se sostienen todos los indicadores descriptos.

Pero el mundo feliz no existe… Así como dijimos todo esto, también se advierte que comparado con 30 días atrás (fines de abril), la tendencia de recuperación esconde otros datos no tan positivos para el oficialismo:

Cayó el% de gente que considera que el país va por el buen camino: venía en franca recuperación, pasando del 35% en enero al 44% a fines de abril, y ahora descendió a 41%. Algo parecido sucedió con la tendencia de optimismo sobre el futuro del país y sobre la perspectiva personal: en marzo-abril venía en niveles de 74/73% de optimismo y eso bajó al 62%.

En definitiva: 1) el gobierno se recuperó en los últimos 90 días notablemente; 2) esa recuperación parece haber tocado un techo.

Ningún caballo se puede cortar solo. La sociedad sigue teniendo rienda corta. Y quizá no la suelte hasta el final de la carrera. Ya lo dijimos: la moneda está en el aire. (7 Miradas, editada por Luis Pico Estrada)

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