Por Guillermo Cherashny.-

A días de declararse la pandemia por la OMS, en nuestro país hasta ahora había más de una treintena de casos de coronavirus y con dos muertos que tenían otras patologías, como el EPOC e insuficiencia cardíaca. Pero está claro que todavía no se llegó al pico del contagio del virus y cuanto más se demore mucho mejor y hasta ahora los casos autóctonos son contagiados por un infectado detectado y aislado. El problema se agrava cuando aparecen casos autóctonos que no se puede detectar quien los contagió y en ese caso pasamos a la segunda etapa, cual es la circulación viral, lo que aumentaría exponencialmente la aparición de nuevos casos.

Nadie discute la capacidad profesional e intelectual de Ginés González García, el ministro de salud, pero al decir que era casi imposible que llegara el coronavirus al país y que eran más importante el dengue y el sarampión, le hizo pagar un costo político, lo cual obligó al presidente a tomar el toro por las astas y ponerse el al frente de la lucha contra la epidemia y decretar la emergencia sanitaria dos días antes que lo notificara Donald Trump y entre las medidas impedir la llegada de vuelos desde los países con circulación viral y curiosamente agregó a los Estados Unidos, quien sólo prohibió los viajes desde Europa pero no tomó ninguna medida con América Latina. Además, el país del norte tiene 50 estados y la pandemia no se propagó por todos los estados por lo cual hay algunos que son libres de virus por ahora.

En el Gobierno de la Ciudad que gobiernan Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, el ministro de salud es el Dr. Fernán Quirós ex director del Hospital Italiano, lo cual le da experiencia en logística imprescindible para combatir una pandemia y, por tanto, es el mejor comunicador que tienen Nación, CABA y provincia, llevando tranquilidad dentro de lo que se puede ante el pánico generalizado. Pero lo más importante que hace el Dr. Quirós es apoyar todas las medidas de Ginés González García y del gobierno nacional y no sacó ninguna ventaja de los deslices verbales de González García demostrando que hay una total coordinación entre todas las jurisdicciones.

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