Por Guillermo Cherashny.-

El gobierno hace mediciones electorales todos los días y en ellas se detectó un avance de la candidatura de Alfredo Olmedo, que sube videos anunciando que hay que «abatir» a los delincuentes y que policía que mata a un delincuente será condecorado. Estos videos, que tuvieron muy buena repercusión en los votantes del PRO provenientes de la familia militar y policial, hicieron que la ministra Patricia Bullrich convenciera al presidente sobre la conveniencia de fidelizar a esa parte del electorado. Conversó seguramente con el presidente y decidió modificar el reglamento de las fuerzas federales y que éstas puedan utilizar armas letales en circunstancias del denominado «peligro inminente», en un claro intento de sumarse a la popularidad que Jair Bolsonaro tiene en un sector del electorado que vota a Cambiemos.

Esta ola de derecha que apareció en Europa con mucho fuerza últimamente y tuvo otro avance en las elecciones autonómicas de Andalucía, donde el PSOE, que reinó durante 30 años, bajó de 47 diputados a 33, y una formación de la nueva derecha llamada Vox obtuvo 12 diputados y el 11% del electorado andaluz. Está claro que si en una región autonómica del reino de España hay una nueva derecha es obvio que tendrá repercusiones en la América Hispana.

Nadie puede negarle a Patricia Bullrich su oportunismo y hace un mes señalamos en esta columna que «la piba» la estaba corriendo por derecha a Carolina Stanley, deslizando que la mayoría de los revoltosos tenían planes sociales y así que la ministra de seguridad tiene un equipo de trolls que la bautizaron a la ministra de desarrollo social como “Caro Stalin” en lugar de Carolina Stanley, y de ahí señalamos que Bullrich quiere ser la vice de Macri para ser la candidata a presidente en el 2023, porque optimista como ella no hay nadie. Pero se le cruzó nuevamente Lilita Carrió, quien criticó duramente el cambio de reglamento y lo calificó de «populismo de derecha» y de fascismo, lo que originó una grave crisis interna en Cambiemos, a tal punto que el gobierno de Córdoba no aplicará el cambio de reglamento, con lo cual «la piba» quedó un poco aislada. Pero el duro golpe que le propinó Elisa Carrió dará mucho que hablar de este tema que recién empieza, aunque la inseguridad ciudadana está muy atrás en las encuestas en relaciona la recesión, la inflación y el desempleo.

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