Por Carlos Tórtora.-

Patricia Bullrich estaría decidida a capitalizar políticamente el éxito del operativo de seguridad ejecutado para el G20. La ministro viene de imponerse en el gabinete, donde Marcos Peña intentó recortarle sin éxito la llegada directa al presidente.

Ahora la escalada de Bullrich apuntaría al objetivo más obvio: la vicepresidencia. Para esto, se propone bajar rápidamente los índices de los delitos violentos. Y no repara en medios. Por ejemplo, ayer se publicó en el Boletín Oficial la Resolución 956 del Ministerio de Seguridad, que regula la utilización de armas de fuego por parte de las fuerzas de seguridad. La disposición enumera una serie de situaciones de riesgo y amplía bastante el margen para que los uniformados utilicen las armas. Según entendidos en la materia, la nueva normativa podría provocar una oleada de presiones policiales en no pocas provincias (empezando por Buenos Aires) donde las fuerzas locales reclamarían iguales condiciones que las federales.

En su arremetida, Bullrich no descuidó ni los 30 acuerdos firmados con China, paquete en el que consiguió incluir un acuerdo de intercambio de información para el fortalecimiento de la seguridad.

Como señalamos, Bullrich intentaría en los próximos meses demostrar con números que bajaron los índices de los principales delitos.

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