Por Jorge D. Boimvaser.-

Fue el año pasado, cuando Cristina decidió que fuera el Ejército del General Milani y no la AFI (ex SIDE) quien contara con una infraestructura de espionaje de última generación.

Sin Stiuso moviendo los comandos de ingeniería informática, el Ejército aun imposibilitado legalmente de realizar espionaje interior, se llevaba la última palabra en materia de intercepción y seguimiento de telecomunicaciones.

¿Algo de eso se pudo utilizar para tratar de saber el paradero de los tres prófugos antes de que se perdieran en la infinidad del país?

Nos dicen que no se utilizó, que todos se olvidaron de ese dispositivo que salió varios millones de dólares.

El ex agente de la AFI Iván Velázquez, ya sobreseído de la falsa acusación de realizar actividades ilícitas con material sensible (toda la causa se cayó, otro traspié para la doctora Arroyo Salgado), escribía en su cuenta de Twitter que Milani, junto con el ex director de AFI Fernando Pocino, habían abierto una consultora para realizar trabajos privados pero utilizando esas herramientas que el Estado compró adjudicándoselo al Ejército.

Si esos materiales se llevaron a plantas privadas, directamente sería un delito el apropiarse ilegítimamente de material de uso de las fuerzas de seguridad.

Le preguntamos esto a un profesional de la policía bonaerense que está en la búsqueda de los tres prófugos evadidos de la cárcel de máxima seguridad.

El oficial ni recordaba que Milani tenía adjudicado semejante arsenal de seguimiento electrónico y afirmó que de haberse tenido disponible al comenzar la cacería, quizás el resultado hubiera sido otro.

“¿Por qué no lo publican así las autoridades nuevas se hacen de esos equipos y no quedan en manos privadas…? Nosotros, como policías, no podemos preguntar ni exigir nada; ustedes, como periodistas, sí”, nos dijo el hombre de la bonaerense.

Así que ya saben los nuevos responsables de la seguridad en la Argentina. Si recuperan esos equipamientos para el Estado tendrán una eficaz herramienta para combatir el delito.

Ya lo dejamos planteado y seguiremos este asunto para ver que vuelva a sus manos legítimas.

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