Por Guillermo Cherashny.-

El gobierno empezó una intensa campaña electoral haciendo eje en la seguridad, ya que con la economía no puede «vender» nada positivo. Y en esta valorización de la seguridad hace eje, en primer lugar, en que el gobierno no es cómplice del narcotráfico como lo fue el kirchnerismo y al mismo tiempo que lo está combatiendo con éxito, cuestión que está en duda por la oposición del peronismo alternativo. En cambio el kirchnerismo se enoja diciendo que no tenía que ver con el narcotráfico y que el gobierno fracasa todos los días, como dijo Elisa Carrió, en el sentido de que las fuerzas de seguridad engañan a Patricia Bullrich, la ministra de seguridad.

Al mismo tiempo, el gobierno informó que bajaron las tasas de homicidios en la nación y la Capital Federal, cometiendo el mismo error que durante los doce años del kirchnerismo, que exhibía números descendentes pero nadie los creía. Encima, los difundió en un día donde fue salvajemente asesinada la joven Zara Rodríguez, de 20 años, que era piloto de karting en Villa Ballester, en la localidad de San Martín, un distrito caliente y donde ayer hubo una gran movilización popular contra la bonaerense y la justicia penal. El asesino fue detenido y pertenece a una villa del pueblo citado y todos temen que el asesino sea liberado dentro de poco, aunque es mayor de edad.

La difusión de cifras favorables el mismo día de un crimen de alto impacto parece una broma para la población. El gobierno se hace fuerte en la seguridad porque dice que separó a miles de policías corruptos y que ahora las fuerzas de seguridad detienen a los imputados pero la culpa es de la justicia. Además, como pasaba con el kirchnerismo, tienen un núcleo duro de votantes un poco superior al 30% conformado por el antiperonismo y por la familia militar y policial que vio cómo en doce años de kirchnerismo se persiguió a militares y policías, especialmente estos últimos, si mataban a un delincuente, situación que también ocurre ahora, como pasó con el caso Chocobar.

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