Por Sebastián Dumont.-

María Eugenia Vidal pronto va a mudarse a una dependencia de la fuerza aérea en Morón como consecuencia de las amenazas que habría recibido y que fueron publicadas en este medio en el día de ayer. Está claro que la seguridad es el principal talón de Aquiles de los gobiernos provinciales y para el actual no es la excepción. Cristian Ritondo, el Ministro de Seguridad, prepara una reforma que será lanzada en los próximos días y pretenderá concentrar en más verticalidad el manejo de la fuerza policial. Mientras tanto, transcienden datos que son preocupantes. Entre enero y lo que va de febrero, en Morón, distrito donde vive la gobernadora, se produjeron casi 40 secuestros express. ¿Se trata de un mensaje a la mandataria para que no avance en cambios profundos?

Está decidido que en los primeros días de marzo, la gobernadora Vidal lanzará un nuevo esquema de seguridad que contempla cambios en la estructura de la bonaerense. La semana pasada, el ministro Cristian Ritondo se lo explicó a los intendentes tras un acto en el Tigre.

A grandes rasgos, la reforma buscará un manejo más vertical de la fuerza y menos atomizado. El anterior gobierno había desplegado una cantidad de jefaturas insólitas, donde en un municipio convivían un jefe departamental, un jefe distrital y un jefe del comando de patrullas. Las comisarías habían pasado a ser meras dependencias de trámites burocráticos y los comisarios perdieron mucho poder.

Ahora se buscará revertir esa situación. Las comisarías volverán a ser importantes, ya que desaparece el Comando de Patrullas (CPC) y las jefaturas departamentales se reducen a 18.

En medio de estas movidas, aparecen datos que marcan un aumento del delito en lugares paradójicos. Luego que Vidal diera la orden de descabezar parte de los comisarios tras la triple fuga, surgieron datos muy llamativos. Según fuentes policiales, en Morón, territorio donde vive Vidal y gobierna su marido, Ramiro Tagliaferro, se habrían producido en enero y lo que va de febrero casi 40 secuestros express. En términos técnicos, se los denominan secuestros cuando hay un pedido de rescate, aunque la maniobra dure apenas una horas.

Si bien la zona oeste se ha caracterizado por ser débil en cuanto a la seguridad, llaman mucho la atención estas cifras. ¿Se trata de un mensaje a la gobernadora? Nada puede ser descartado. Sobre todo cuando aún existe mucha incidencia de diversos sectores policiales que no han perdido todo el poder en el manejo de la calle, aun cuando ya no ocupan los lugares de antes.

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