Por Alexis Di Capo.-

A menos de un mes y medio de la Cumbre del G-20 que se realizará en Tecnópolis, la tensión entre los ministros de Seguridad y Defensa, Patricia Bullrich y Oscar Aguad, iría en aumento. Bullrich está concentrada en el tema no sólo porque el gobierno necesita demostrar que el operativo de seguridad es perfecto sino porque pensaría catapultarse para disputar la candidatura a vicepresidente de Macri el año que viene. Su gran carta es lograr un excelente desempeño durante la Cumbre, aprovechando que el evento no sólo le dará una considerable publicidad sino que le permitirá afianzar relaciones con los niveles más altos del Pentágono y del Departamento de Estado. Esto va de la mano con la pretensión de la ministro de desarrollar un perfil político similar al de Jair Bolsonaro, aprovechando que, en un gobierno cuyos ministros son en general poco conocidos, hay encuestas que le dan mediciones positivas.

A todo esto, la mesa chica del massismo sigue adelante con la preparación de la Ministro de Desarrollo Social Carolina Stanley como compañera de fórmula del presidente y no parece tomar demasiado en cuenta las ambiciones de Bullrich.

Seguridad vs. defensa

El caso es que, en su despliegue, Bullrich chocaría permanentemente con su colega de Defensa Oscar Aguad. Es que las jurisdicciones de ambos se entrecruzan en el marco del G 20. El impresionante operativo de seguridad es competencia primaria de Bullrich pero la participación de las Fuerzas Armadas, dependientes de Defensa, es tan grande que Aguad tiene un rol decisivo, lo que no ocurre generalmente con la seguridad de ningún evento político. Está previsto el siguiente despliegue castrense:

  • 6 aviones supersónicos A4-AR y A4Q y dos aviones Super Étendard usados que compró a Francia para 12,5 millones de euros, para su uso se trasladará desde Mar del Plata la artillería de defensa aérea
  • cuatro helicópteros bell 412 y 20 helicópteros Bell 412 bimotor
  • sistema de defensa misilístico RBS70 de la empresa sueca Bofors que tiene una capacidad defensiva de alto rendimiento con lanzadores de más de 50 misiles dispuestos desde un buque de guerra situado en la costa de la ciudad de Buenos Aires. Estos misiles cuentan con el apoyo de dos fragatas misilísticas.
  • radares situados en lugares estratégicos
  • buques de guerra
  • un sistema especial de defensa ante un ataque radioactivo o bioquímico, Para dispersar manifestaciones.

Con semejante despliegue a su cargo, Aguad constituyó su propio estado mayor para la cumbre, prescindiendo del comando de Patricia Bullrich y ambos se disputan palmo a palmo tener la última palabra en cuanto al plan de seguridad. Como muestra de la divergencia, ambos ministros llevarían adelante separadamente su relación con el jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, el almirante Kurt Tidd.

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