Por Luis Díaz de la Torre.-

Cuando miramos hacia atrás y vemos cómo se han resuelto conflictos similares al reclamo de los policías bonaerenses, es ineludible recordar el reclamo efectuado en el año 2012 por la Prefectura Naval y la Gendarmería Nacional, ambos por conflictos salariales.

Existen varios puntos en común, a saber: todas ellas fuerzas de seguridad, tanto federales como provincial, en el caso de la bonaerense, pero también el responsable político de todas esas fuerzas, a pesar del paso de tantos años.

En el 2012, el Secretario de Seguridad era Sergio Berni, siendo la Ministro del área Nilda Garré, y en el caso actual de los policías de la provincia de Buenos Aires, el Ministro de Seguridad vuelve a ser Sergio Berni.

En ambos casos, el reclamo se salió de cauce y terminó con un levantamiento y acuartelamiento de los uniformados, sin poder prevenir el justo reclamo del personal y la solución por la vía de la negociación.

Esto nos deja una enseñanza: parecería ser que Berni no logra conseguir el respaldo de sus subordinados, tal vez porque no se preocupa de los problemas de su personal o porque directamente no le importan y se desentiende de los conflictos fundamentales del personal uniformado.

En el caso de los sucesos de 2012, me tocó ser abogado del gendarme Raúl Maza, quien fuera el vocero del reclamo de la GN, quien fuera con posterioridad al acuartelamiento sancionado y exonerado de la fuerza. Recuerdo que cuando se produjo esa sanción arbitraria, Maza se encontraba enfermo y a pesar de ello fue dado de baja y dejado sin cobertura social, todo ello con el pleno conocimiento de la fuerza, ya que mediante un radiograma interno habían difamado al mismo.

Lamentablemente Raúl Maza falleció hace unos pocos meses en la provincia de Misiones, donde se desempeñaba como sacerdote.

El presente reclamo del personal policial tiene en el primer punto del petitorio que se presentó a las autoridades, que no se sancionara al personal que se había manifestado en reclamo de sus legítimos derechos, además de los conocidos reclamos salariales.

La veracidad y justicia de los reclamos fueron reconocidos por el Ministro Berni y el Gobernador Kicillof quienes otorgaron un aumento salarial a los policías de la provincia de Buenos Aires, pero hasta el momento no estarían cumpliendo con lo solicitado respecto a las sanciones de los policías que intervinieron en el reclamo.

Está tramitando el expediente Reboredo Juan y otros, en el cual también se investiga al capital Sandro Adrián Amaya, quien fuera vocero de los policías en la quinta presidencial de Olivos.

Es evidente que el Ministro y el Gobernador no están dispuestos a honrar los compromisos asumidos con sus subordinados, como en el pasado con las fuerzas federales, resulta muy difícil aceptar la conducción de un jefe que no puede sostener la palabra.

Mucho menos si ese jefe expresa públicamente que los policías que reclamaban no serían atendidos por él, ya que estaban cometiendo delitos. Otra de las genialidades del manual de conducción del ministro es la denuncia infundada de que los policías que reclamaban estaban drogados y alcoholizados. En ninguna imagen de las muchísimas que registraron los reclamos del personal policial se pudo ver una situación semejante, siendo sus palabras un agravio infundado para deslegitimar un reclamo genuino y que el ministro desoyó en su caso desestimó.

¿Cómo va a poder conducir a más de 90.000 policías si el ministro públicamente reconoció que había ofrecido la Auditoría de Asuntos Internos a representantes de organismos de Derechos Humanos, a los cuales después criticó, y después les tuvo que pedir disculpas? Un papelón.

Esa decisión de Berni no hace más que ratificar su falta de conocimiento de lo que sufre el policial por parte de dichos organismos totalmente politizados e ideologizados que odian a todos aquellos que lucen un uniforme. Ese es un agravio directo a su dignidad como servidores públicos ya que frente a una situación conflictiva siempre estarán a favor de los delincuentes y en contra de los policías.

Ya sabemos por qué la tropa no le responde a Sergio Berni: la conducción no se hace desde los canales de televisión; todos los policías saben que los está utilizando para lanzar su carrera para las elecciones de 2021; la única verdad es la realidad.

Esperemos que frente a la grave situación que atraviesa el país, el ministro cumpla con su palabra, y que cuando los policías vayan a cobrar su sueldo el mismo ya tenga incluido el aumento. Respecto de los sumarios, ya defraudo a sus subordinados.

Share