Por Guillermo Cherashny.-

Cristian Ritondo, el ministro de seguridad bonaerense, se está afirmando en su cargo con el transcurso del tiempo, a pesar de los cuestionamientos que hizo Lilita Carrió. En efecto, el ministro pasó de acordar con Granados y Matzkin -el ex jefe de la bonaerense- el nombramiento de Pablo Bressi como su sucesor, a instalar la purga permanente de oficiales de la fuerza. El último de ellos, el comisario Marín, el de más patrimonio, no sólo pasó a retiro comisario sino que «vendió» que Ignacio Greco se haría cargo de los fondos de la policía, cuando en realidad ya lo hacía desde hace tiempo. Como también persigue  al juego clandestino, la prostitución y las horas extras -todos negocios de la bonaerense- le pusieron el apodo de “El Arslanián de Mataderos”, por el barrio porteño donde siempre militó y se hizo conocido en el peronismo de la mano de Miguel Ángel Toma.

Entre las operaciones de marketing surgió la versión de que la autodenominada «banda del millón» es una operación de prensa del ministro para desnudar el manejo de las  «zonas liberadas» de la bonaerense. Pero esta especie no pudo ser confirmada por nuestras fuentes. Sí está claro que la detención de un quinielero en los estudios de TN fue una hábil operación de propaganda, como el abogado que en el programa de Lanata señalaba los puestos de venta de paco en el distrito de San Martín.

Así las cosas, echando policías todos los días y con maniobras efectistas, logró superar el mal momento cuando Carrió pidió la cabeza de Bressi. Pero nadie puede cantar victoria, como fue el fuego en tribunales de San Martín y la nueva amenaza a la gobernadora Vidal, lo que demuestra el malestar de la fuerza por las purgas.

Share