Por Guillermo Cherashny.-

La espectacular fuga de los Lanatta y Schillaci, condenados por el triple crimen de General Rodríguez, abrió numerosas hipótesis sobre quién facilitó la fuga cinematográfica, aunque no debería llamarse fuga, ya que los condenados salieron sin problemas, sin pegarle a nadie y con un revólver de madera.

Parte de la culpa la tiene la jueza de la causa, que los dejó transferir juntos a la sala de sanidad, con poca guardia, lo que facilitó el escape. Pero el fondo de la cuestión es: ¿los tres condenados mataron por pertenecer a una orga de policías bonaerenses, de seguridad y penitenciarios, por las deudas de Sebastián Forza o por encargo de Aníbal Fernández, el supuesto jefe del narcotráfico?

En su momento, las declaraciones de Martín Lanatta a Jorge Lanata acusando a Aníbal Fernández como jefe del narcotráfico fue financiada por un intendente peronista y dos bingueros, uno oficialista y el otro financiador de estrellas de televisión, con el fin de sacar de la cancha a Aníbal, porque era no confiable para sus negocios del juego como lo eran los candidatos de Daniel Scioli.

Lo cierto es que Martín Lanatta se declaró inocente y lo acusó de autor intelectual al ex Jefe de Gabinete, aunque todos los analistas creen que los tres son los asesinos por orden del fracasado candidato a gobernador por el FpV.

Como dice Hugo Alconada Mon, no está probada la relación de Lanatta con Aníbal Fernández; sí con Meiszner y con un secretario de Aníbal. Pero fuentes de inteligencia sostienen que Martín Lanatta, gestor de permisos vip de armas del RENAR, fue contactado por Sebastián Forza por un arma y le contó el negocio. Entonces Lanatta, con sectores de la bonaerense y el SPB de la Provincia, se encargó de los asesinatos. Y Aníbal no tenía nada que ver. Pero la opinión generalizada es que es el jefe del narcotráfico en la Argentina. Obviamente no está probado, porque no está preso ni llamado a indagatoria.

A partir de esta historia, surgen las hipótesis y para Vidal -aunque sin explicitarlo claramente- el responsable es el SPB ligado a Fernández y los soltaron para que no declaren lo que dijeron por televisión y ratificaron ante la jueza Servini de Cubría.

La otra hipótesis es que los tres asesinos fueron liberados por su orga, protegida por bandas de la bonaerense y el SPB, para disfrutar de la libertad en otro país, y se supone que esa orga maneja un botín muy grande y los puede mantener clandestinos o sacarlos fuera del país. En cambio, si los fugados aparecen muertos, todas las miradas se dirigirán hacia Aníbal Fernández.

Vidal quizás cometió un error al anunciar una reforma del SPB, porque esas cosas se hacen pero no se anuncian. Y también las miradas se dirigen a sectores de la bonaerense que lideraba Hugo Matzkin, ex jefe, quien protegía con sus hombres al narcotráfico y que asesinaron al agente de la SIDE «El Lauchón» porque éste descubrió que Jesús Londoño, alias Mi Sangre, dirigía la mafia más importante de narcos, protegida por la bonaerense. De ahí que ultimaran al Lauchón.

Clarín menciona al actual jefe de inteligencia, comisario Larrauri, como vinculado a Aníbal Fernández. También son muy sospechosos los Dres. Mahiques, padre e hijo, de Mercedes e íntimos amigos de Wado de Pedro, y su hermano, el intendente Juan Ustarroz, ya que Mahiques padre es Ministro de Justicia y Mahiques hijo, delegado del actual gobierno ante el Consejo de la Magistratura, donde trabaja con Gils Carbó a pedido de Wado de Pedro, lo que demuestra que entre los abogados de La Cámpora y los del PRO hay una ligazón incomprensible cuyo hilo conductor es Daniel Angelici, que también metió en la SIDE como Director de Finanzas al Dr. Galea, que era el hombre de las finanzas de Sergio Szpolski, lo cual demuestra, como decía CFK, que todo tiene que ver con todo.

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