Por Sofía Muñoz (Agencia NOVA).-

Los resultados de las PASO golpearon a los líderes de la CGT (Dibujo: NOVA).

Los resultados de las PASO no sólo fueron un duro golpe para intendentes, fuerzas políticas y candidatos, sino también para los gremios. La CGT había planeado una protesta para el 22 de agosto en contra de las políticas del gobierno de Mauricio Macri, pero las primarias hicieron temblar a los dirigentes más fuertes (o hasta ahora más fuertes).

En medio de la tensión, los triunviros Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña ratificaron la protesta. No les quedaba otra. La presión de sindicatos y la constante amenaza de un posible quiebre en la CGT por la pésima conducción de sus tres líderes no permitieron que los rumores se hagan realidad.

“Era una decisión orgánica que se tenía que cumplir y nos vamos a manifestar con o sin PASO. La realidad es una sola y es que el país va por mal camino. Vamos a ponerle fin a esta situación”, habló sin pelos en la lengua con NOVA el secretario de prensa de La Bancaria, Eduardo Berrozpe.

“Vamos a reclamar por el cambio de la política económica, protección para la industria nacional con un freno a las importaciones y la declaración de la emergencia laboral y social”, sintetizó Berrozpe. Y así será desde ahora y durante lo que queda de la gestión macrista, sin una razón que sea suficiente para dar marcha atrás, ni nada que se le parezca.

Las elecciones generales no van a ser muy distintas a las primarias y se le vienen tiempos difíciles a la central obrera. Se acerca el fin del triunvirato y sus jefes. Y esperemos que sea en paz, que no se repita el vergonzoso episodio de la última marcha realizada en marzo pasado, cuando los líderes de la CGT quedaron en medio de gritos, silbidos y empujones por no accionar fuertemente contra el Gobierno nacional.

Senadores que legislan por los medios de comunicación

La exposición de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por la desaparición de Santiago Maldonado ante la Comisión de Seguridad Interior y Narcotráfico del Senado mostró la decadencia legislativa dentro del Congreso, lo cual da más terror en pleno año electoral, camino a las elecciones generales.

Muchos hablaron de una desaparición forzada, otros (el caso de la funcionaria y sus aliados) prefirieron no sacar conclusiones antes de que haya pruebas fehacientes que demuestren lo que sucedió con el joven. Más allá del tratamiento del caso, lo grave es que los que se animaron a comparar a Maldonado con los desaparecidos de la dictadura militar no dieron más fundamentos que los que mostraron los medios de comunicación.

Nadie se molestó por viajar a Chubut, donde fue visto por última vez Santiago, o aunque sea por hacer el pedido ante las autoridades correspondientes para ser autorizados. Sólo repitieron los intereses de la prensa. NOVA estuvo presente en el encuentro y habló con la senadora Silvia Elías de Pérez: “No nos consta que ninguno lo haya hecho”. ¿Prefieren no viajar para que no haya sorpresas que alteren “sus” conclusiones? ¿O es mejor hacer campaña política con una persona de la que desgraciadamente se desconoce su paradero?

El escrutinio definitivo de las PASO en la Ciudad se desarrolló con sumo hermetismo

La Legislatura porteña fue la sede del recuento de votos de las PASO en la Ciudad de Buenos Aires. De esta manera, no hubo sesión ni la semana pasada ni la anterior a la misma. Recién se retoma este jueves para tratar la modificación del Presupuesto General de la Administración para el ejercicio 2017.

El espacio dispuesto en la planta principal de la Legislatura para el escrutinio de 7.386 urnas fue el salón Dorado Hipólito Yrigoyen, mientras que en el salón San Martín funcionó el Centro de Cómputos. NOVA se dirigió al lugar y la seguridad es extrema. Integrantes del Ejército Argentino y de la Gendarmería Nacional se mueven de un lado a otro para evitar cualquier ingreso no deseado.

Las fotos están prohibidas. Las entrevistas casi lo mismo. El prosecretario electoral, Carlos Pascuali, era una de las fuentes perseguidas por este portal, pero conseguir una declaración fue imposible: Pascuali necesitaba permiso de la jueza María Romilda Servini, a cargo del Juzgado Federal Nº 1 con competencia electoral. Así se desarrolló el escrutinio definitivo: a puertas abiertas a la vista y cerradas metafóricamente.

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