Por Rodolfo Patricio Florido.-

El hecho fue y es grave. Tanto por lo que aconteció como por una disculpa posterior que no sonó en lo absoluto a tal. Más bien sonó a una formalidad y un menosprecio de los ciudadanos, sean estos católicos o no. Lo cierto, para aquellos que no saben de lo que estoy hablando es un hecho sucedido en la Feria de Arte Contemporáneo Argentina (FACA), que tuvo lugar en el Hipódromo Argentino y en el cual dos artistas presentaron una torta en tamaño real del cuerpo crucificado de Nuestro Señor Jesucristo (sí, soy Católico, no especulen) que es cortado en porciones para servirlo a los invitados, siendo uno de ellos el Ministro de Cultura de la CABA, quien lo recibió sonriéndose y lo comió.

Desde que sucedió y hasta el día de hoy, no son pocos los miembros religiosos de la Iglesia Católica Argentina y los feligreses que siguen expresando su desazón y dolor por esta afrenta gratuita, ya no de los artistas (a los que me referiré más adelante) sino del Ministro de Cultura Enrique Avogadro que había sido designado en la CABA luego de haber sido despedido del Gobierno Nacional (aunque como siempre se dibujó una renuncia) por el Ministro de Cultura, Avelluto, siendo meses después designado a cargo del Ministerio de Cultura para la gestión de Rodríguez Larreta.

https://www.infobae.com/sociedad/2018/05/28/polemica-por-un-video-del-ministro-de-cultura-porteno-comiendo-una-porcion-de-una-torta-con-la-forma-de-cristo

Primero voy a hacer una referencia al todavía Ministro Porteño. El Ministro en su disculpa intenta minimizar la comprensión de su acción, señalando que se dio cuenta de su ofensa por el comentario que le hicieron muchos amigos. Esto, es una falacia que demuestra su cinismo sobre el hecho que protagonizó. El Ministro Avogadro se educó en un Colegio Religioso Católico, el Cardenal Newman, conducido por la “Congregación de los Hermanos Cristianos”, por ende no puede sorprenderse por los efectos de sus actos, siendo estos parte de una suerte de desmembramiento del cuerpo de Jesús para distribuirlo como postre por parte de artistas que tienen, por decir lo menos, una fijación con ofender todas las creencias y principios de la grey Católica. Para más precisión ver su web https://www.poolymarianela.com/my-own-jesus . Siquiera en el caso de los artistas su presentación está dotada de la libertad de agredir sin disimulo desde hace 8 años.

Claro que no se les ocurre ofender a otras creencias ¿Será porque si lo hacen con Mahoma correrían riesgo de una Fatwa fundamentalista o si se burlaran de Moisés o el judaísmo, serían denunciados por antisemitismo? Es aquí sabido que ofender la fe de los cristianos no encuentra más respuesta que el dolor y el perdón, es así que, entonces, su “libertad cultural” es limitada y agreden a aquellos que no los van a agredir. En otras palabras, su “rupturismo” como expresa el Ministro, es acotado al Cristianismo.

El tema es que, nuestro país es Católico desde la Constitución misma y, siquiera el Ministro -que no puede excusarse en el desconocimiento de los efectos de sus actos por haber estudiado en un Colegio Católico- no debería haberse burlado o tomado a la ligera el presunto “acto cultural”. ¿O habría tenido la misma actitud si la torta hubiese sido el cuerpo de Mahoma, de su madre, de la AMIA, de su hija/o o esposa (si los tuviese), de San Martín o de Perón, el de Cristina, el de Macri, el de Rodríguez Larreta, etc., etc.? ¿Habría calculado en estos otros casos el daño de su acción por la investidura de Ministro? ¿Lo habría dejado pasar Rodríguez Larreta haciéndose el distraído y dando por superada la situación con una disculpa tan cínica? Seguramente NO.

¿Que como fue la disculpa del Ministro?… exactamente así: “Recibí muchos comentarios en las redes sociales el día de hoy por una foto mía en una de esas intervenciones y quería expresar que lamento sinceramente si alguien se vio ofendido en sus creencias más íntimas por mi presencia en la misma”. La verdad es que a mí no me interesa en lo más mínimo su presencia o su ausencia en el evento cultural. Lo que ofende es que el observó y recibió el primer pedazo de torta tomado del brazo de Jesucristo crucificado, que; al cortarlo y por cómo estaba hecha la torta parecía un pedazo de carne (vean el video), tomándolo con una amplia sonrisa y comiéndolo ¿Qué se creía el Ministro que era una puesta en escena de la Comunión en una Misa? Muy probablemente, una gran mayoría de los ateos o agnósticos serían, más allá de su no creencia, respetuosos de las creencias de los demás. El Ministro y su investidura no lo fueron.

Luego dijo…“Como persona, tengo una opinión muy clara a favor de la libertad de expresión, particularmente cuando está vinculada con temas que nos interpelan, nos hacen reflexionar o son opuestos a las propias convicciones. Creo además que el lugar del arte es muchas veces precisamente el de incomodarnos y sacudirnos. Entiendo, por otro lado, que los funcionarios tenemos un rol que trasciende lo personal y, por lo tanto, somos responsable de nuestras intervenciones”.

Aquí me pregunto… ¿Qué tiene que ver la libertad de expresión con el agravio, el ataque, la ofensa y la burla a las convicciones más profundas de otros conciudadanos sean estas religiosas o políticas? Que lo hayan hecho estos artistas Pool&Marianela (Emiliano “Pool” Paolini y Marianela Perelli) que encontraron una forma “disruptiva” de hacerse famosos a través de agraviar desde hace años al Cristianismo, es comprensible porque con el agravio venden productos y engrosan sus cuentas. Parece que el dinero es ahora “disruptivo” y si lo obtienen destrozando a alguien que enseña el perdón, ese dinero, es más “disruptivo”.

Es por todo esto que ahora se están juntando firmas en Avaaz.org, Change y Citizen.org para que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires despida al Ministro y no se haga el distraído. La Iglesia Católica, sus sacerdotes, los feligreses y muchos otros ciudadanos, creyentes o no que no agravian la fe o no fe de otros, están muy molestos.

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