Por José M. García Rozado.-

Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias permiten algunas conclusiones en la madrugada del lunes 10: No hay ganadores absolutos en las PASO 2015. En octubre podría ganar cualquiera de los 3 contendientes ya conocidos: Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa. Ninguno quedó afuera de los 70 días que vienen de campaña. Para ganar en primera vuelta, Scioli precisa pasar de 37% a 45%, y no es para nada sencillo. Es bien diferente escribirlo a conseguirlo. Y Cristina Fernández de Kirchner no le puede conceder esos sufragios porque ella tampoco los tiene. Son “independientes”, es decir los que hacen “zapping”, los “volátiles”. Enorme ausentismo que impide que el resultado del comicio pueda considerarse una gran encuesta general. Sólo votó el 58% del padrón. Habrá que investigar el motivo del bajo presentismo pero es preocupante para la democracia representativa. El universo ausente es tan grande que podría torcer cualquier resultado electoral. Hoy comienza una carrera hasta el 25/10 para alcanzar y convencer a esos varios millones de electores.

Rosendo Fraga apuntó a una «reasignación de votos» en octubre que podría modificar el escenario que dejaron las PASO; consideró este lunes que «no es inexorable» que el próximo Presidente de la Nación se defina en un balotaje, a pesar de que los datos obtenidos en las PASO de este domingo insinúen que habrá una segunda vuelta. Fraga apuntó a la «reasignación de votos» que hay entre las elecciones primarias en las generales tomando como antecedente las Presidenciales de 2011. Recordó que en las PASO Cristina Fernández obtuvo el 50% de los votos que se amplió hasta el 54% en octubre. Con el 97,84% (ya está el 99,89%, el resto no se pudo computar), el FpV, con Daniel Scioli como candidato, obtenía el 38,41% de los votos, contra el 30,07% del espacio Cambiemos, que ungió a Mauricio Macri. El frente UNA, de Sergio Massa y José Manuel de la Sota, quedaban tercero con el 20,63%. Para Fraga el oficialismo cuenta con 3 ventajas. «La oposición dividida es la 1ra ventaja del oficialismo. Luego el ejercicio del poder y, por último, el balotaje atenuado, que le permite ganar en 1ra vuelta con el 45% de los votos y no con el 50%, como en otros países», dijo durante una entrevista al canal TN. «Si la oposición no logra consolidarse como alternativa, lo más probable es que gane el oficialismo», estimó.

En cuanto al desempeño de los candidatos, el analista dijo que «Scioli aspiraba a un 40% de los votos. No lo alcanzó pero estuvo cerca. No es una mala elección, pero no es óptima». Sobre Macri hizo una evaluación parecida. «Pretendía una diferencia no mayor a los 5 puntos. Hizo una buena elección, pero no óptima», dijo. En cuanto a Massa, Fraga consideró que el empeño de Massa de seguir compitiendo obedece más a «construir una figura política más que a ganar». «Massa resistió la polarización. Hasta ahora lo logró. Es más difícil en octubre», remarcó. En cambio, Fraga marcó a Massa como «una clave electoral», al igual que José Manuel de la Sota, porque sus votantes podrían abastecer a los candidatos que mejor miden de cara a octubre. Vio allí una ventaja de Daniel Scioli. «Es más difícil para Macri captar los votos de los partidos menores», dijo. De repetirse los resultados de las PASO, el FpV reduciría su interbloque, que actualmente es de 130 contando a fuerzas aliadas, a 111 legisladores, por lo cual lo dejaría sin quórum propio. El número para obtener mayoría simple en la Cámara de Diputados es 129. Por el contrario, en el Senado, donde se renueva un tercio de sus bancas totales, la situación es mucho más auspiciosa para el oficialismo, ya que se renuevan las 24 bancas de la elección del 2009 donde el FpV había obtenido un muy magro resultado: apenas cinco bancas.

En esta elección el FpV (y aliados) estaría conquistando 13 escaños, es decir, 8 bancas más que las que ya tenía. No obstante, esta elección también pone en juego las bancas de cuatro senadores que son aliados habituales del oficialismo. De esta manera, el FpV alcanzaría un interbloque de 48 senadores, que sobre el total de 72 bancas equivale a un control de las dos terceras partes de la Cámara. En tanto, Cambiemos estaría engrosando significativamente su bloque de diputados nacionales (cuidado que sumamos radicales con PRO y lilistas), ya que arriesga apenas 19 bancas y, de acuerdo a los resultados parciales, estaría obteniendo 43, esto es, 24 bancas más de las que ya tenía. En la Cámara Alta, el radicalismo se enfrenta a una prueba de alto riesgo, ya que sobre un total de 13 senadores renuevan 9 .De acuerdo con los resultados parciales, todo el Frente Cambiemos (que incluye al PRO, entre otras fuerzas significativas) estaría alcanzando un total de 8 bancas, con lo cual es evidente que la bancada radical va a sufrir pérdidas en el Senado. Pese a que en los últimos meses moderó sus expectativas por el retroceso en las encuestas, igualmente el frente Unidos por una Nueva Argentina, que reúne al massismo y al delasotismo, aumentará en buena medida su representación en la Cámara Baja, ya que apenas pone en juego siete senadores (teniendo en cuenta que el massismo es un espacio surgido en 2013) y estaría accediendo a 16 escaños.

Por su parte, el Frente Progresista apenas logró disputar en la contienda electoral, al obtener sólo 3 legisladores para la Cámara Baja. Considerando que ponía en juego 9 bancas correspondientes al partido GEN, Socialismo y Libres del Sur (en su momento motorizadas por la gran elección de Hermes Binner del 2011), su actividad legislativa se verá reducida en 6 bancas. ¡Por ahora, sorpresa PASO 2015. El ministro de Justicia Julio Alak pidió mucha prudencia para analizar los resultados! ¿Y cómo se logrará que en las presidenciales concurran muchos más electores a las urnas que la magra asistencia para las PASO? Ambos comicios son obligatorios. Que resulte obligatorio, evidentemente, ya no convence a muchos. El sistema tendrá que revisar esa realidad que comienza a irrumpir fuerte en escena y que tiene impacto en los escrutinios. No se concretó la polarización entre Daniel Scioli y Mauricio Macri, que dejaba sin posibilidades a Sergio Massa. Todo lo contrario: cualquiera de los 3 todavía tiene oportunidad de participar del balotaje próximo. Hay 3 precandidatos y todavía cualquiera puede ganar. Es un cambio cualitativo interesante para lo que viene del proselitismo. Otra vez: el balotaje es una posibilidad muy firme. Scioli ganó pero no por los 2 dígitos que él ambicionaba. El mito del peronismo desplegado en el territorio nacional, con una estructura eficiente y Cristina Fernández de Kirchner con imagen positiva, es apenas un mito. Scioli tendrá que hacer un esfuerzo para ganar en primera vuelta porque el balotaje es un enorme riesgo para él: la suma del voto opositor (Macri + Massa + De la Sota + Sanz+ Stolbizer + Carrió + Rodríguez Saá + Del Caño + Altamira) supera al FpV. ¿Cuál será el cambio en la oferta de Scioli para volver a escalar como opción electoral?

Mauricio Macri hizo una buena elección, en especial si consigue –cosa dudosa ya que algo similar sucedió en las PASO de CABA- mantener unido a Cambiemos. Se ignora cuál será su estrategia para seguir sumando votos. De todos modos cabe preguntarse si no se equivocó al renunciar al acuerdo con UNA. Macri para Presidente y Massa para gobernador bonaerense, ya hubiera liquidado esta contienda. Quien sí dijo cuál será su estrategia es el recuperado Massa: él dijo que invitará a Macri y a Stolbizer a debatir y coincidir propuestas que representen a la oposición. La idea que quien llegue al balotaje sea apoyado por el resto, a rajatablas, una idea muy interesante. Mucho insistió Massa en sus propuestas y equipos. Massa se esforzó en agradecerle a José Manuel De la Sota ya que el temor es que De la Sota (vía Juan Schiaretti) acuerde con Scioli (posibilidad que negó De la Sota en su discurso poco antes de la medianoche). En el Luna Park, donde Scioli festejó su resultado, se dijo «vamos a ir por los votos de De la Sota», de acuerdo al canal de noticias TN. El sistema electoral nacional argentino no va más. Se ignora qué es lo que defiende el director nacional electoral Alejandro Tullio porque el sistema es obsoleto, engorroso, inseguro, lento y se encuentra desprestigiado. Hay que modificarlo, agilizarlo, modernizarlo y volver más transparente y creíble. Los liderazgos en campaña en 2015 no terminan de seducir a los votantes. No sólo la meteorología desalentó a los electores a concurrir a las urnas. La democracia representativa se encuentra en crisis creciente en la Argentina. Las PASO tampoco convencen como esquema útil. Habría que reemplazarlas cuanto antes por otra propuesta.

Muy buenos comicios para gobernador bonaerense de María Eugenia Vidal y de Felipe Solá. Si bien el Frente para la Victoria es la fuerza partidaria más votada, las diferencias entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez obligan a preguntarse si no es posible una fuga de sufragios. Los 70 días de campaña que quedan serán intensos. Se descuenta que habrá denuncias que provocarán escozor, en especial contra el Frente para la Victoria. Sin duda, ocurrirán días apasionantes. ¿Y Cristina, suma o resta? Fue la gran ausente en el festejo en el Luna Park. Es probable que su marketing consista en que ella hará su evaluación en la cadena nacional N°32, en horas más. Pero en el Luna ella hubiese sumado más que sus ministros presentes. También es cierto que hubiese provocado una mayor polarización, que no quiere Scioli. El resultado de las PASO en la provincia de Buenos Aires, escenario de la batalla electoral más intensa y decisiva, deja mucha tela para cortar. Pero un dato que se conoció en las últimas horas resulta más que esclarecedor: más de 130 mil personas que votaron a Daniel Scioli como presidente, cortaron boleta y no optaron por ninguna de las dos fórmulas a gobernador que ofreció el cristikirchnerismo, Aníbal Fernández y Julián Domínguez. Si bien Aníbal le ganó la interna a Domínguez por dos puntos, 132.884 votantes cortaron boleta en la categoría gobernador y se volcaron por precandidatos de otras fuerzas.

Recordemos que en la Provincia, los votos se repartieron entre la macrista María Eugenia Vidal (29,4%), Aníbal Fernández (21,2%), el massista Felipe Solá (19,6%) y Julián Domínguez (que quedó afuera de las elecciones generales con 19,2%). De este modo, Vidal, que comparte fórmula con Daniel Salvador (UCR), fue quien recolectó más votos en la provincia. Su caudal electoral se puede explicar, principalmente, porque no jugaba una interna y porque capitalizó el voto no peronista, incluido el radical. Pero también porque algunos bonaerenses optaron por ella, aunque no eligieron a Mauricio Macri. Unas 263.000 la votaron, aunque en la categoría nacional no optaron por el jefe de gobierno porteño. Lo inverso que ocurrió en el FpV. Sin embargo, si el voto cristikirchnerista se une, la fórmula del FpV obtendría la victoria en los próximos comicios generales (48,2% suman, juntos, Aníbal y Domínguez). Por eso, tal como planteamos, Felipe Solá es la llave que tiene que buscar Mauricio Macri para dar vuelta la campaña electoral hacia octubre. Felipe es el eje de un acuerdo que le permita a Macri consolidar a María Eugenia Vidal en el territorio del 38% del padrón y repotenciar su ambición en la recta final. El grave problema fueron las propias “e inauditas declaraciones públicas de Macri y Carrió durante toda la campaña”, ¿cómo hacer ahora para pedir el voto peronista del massismo si los maltrataron durante casi 100 días?

Un día después de las PASO, el precandidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, y el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, coincidieron en la necesidad de ahora sí acercar posiciones. En diálogo con radio Mitre, ambos hablaron de armar “una agenda de temas” para hacerle frente al candidato del FpV, Daniel Scioli. Primero fue el turno de Sergio Massa, quien reclamó que “el mejor camino para construir gobernabilidad es que definamos una agenda de temas en común”. Y advirtió que “en su momento ni Macri ni Sanz quisieron que se conforme algo más amplio. No sé si Durán Barba pesa más que otros en las decisiones políticas, pero desgraciadamente no hubo eco”. El candidato presidencial de UNA, Sergio Massa, advirtió hoy que el resultado que obtenía en las PASO, en las que su alianza resultaba tercera con el 20,60% de los sufragios, lo “pone en la posibilidad de soñar con estar en un balotaje” tras las elecciones de octubre próximo, incluso con Mauricio Macri como rival. “Quién puede hoy descartar que haya un balotaje entre (el candidato de Cambiemos, Mauricio) Macri y Massa, con (el postulante del Frente para la Victoria, Daniel) Scioli afuera?”, se preguntó. También en diálogo con radio Mitre, el precandidato de UNA señaló que “empieza ahora la etapa en la que le tenemos que contar a la gente cómo y con quiénes vamos a construir la Argentina que viene, y no entrar ya en la discusión de alianzas o amontonamientos”.

Minutos después, Macri se hizo eco de lo antedicho por su rival en las PASO. Ante la pregunta directa de si va a conformar una alianza con Massa, el titular del PRO subrayó: “Que él tire una propuesta. Él tiene que defenderla hasta la primera vuelta”. “Creo que en la medida en que todos sentimos que hace falta un cambio hacia la república, todos sabremos hacer nuestra campaña basado en ese valor central como prioridad”. “La gente ahora definirá quién compite en segunda vuelta y a partir de ahí necesitamos un sistema más republicano; necesitamos construir algo responsable para el balotaje”, señaló, y agregó: “Creo que el discurso de Sergio ayer fue hacia esa línea”. En ese sentido, Macri también dijo que necesitan pensar una agenda común. “Lo que suma es que ambos clarifiquemos que esta forma en la que se está gobernando no nos lleva a un país en crecimiento, nos aisla más del mundo, no resuelve la pobreza, y nos lleva a profundizar la situación económica que va a ser absolutamente crítica”. Luego de ponderar la elección de Massa y De la Sota, en la fórmula UNA, Macri aseguró que entiende que «tenemos que analizar todas las alternativas. Hoy uno siente que el oficialismo no pudo plantarse en la cancha como venía diciendo. Eso se cayó. Ahora tienen que salir a la cancha a buscar el 51% de los votos, algo que para ellos es muy difícil». ¿Y para él no?

¡Enseña la historia que se vence cuando se termina de contar la elección… algunos se guiaron por las encuestas y no por la realidad, y así les fue! ¿Habrán aprendido la lección?, ¡parece por ahora que no!

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