Por Sergio Antonio Graziano.-

«Los animales, de acuerdo con muchas tradiciones, fueron protegidos del diluvio entrando en un Arca. Hoy, muchas especies de animales enfrentan otro diluvio catastrófico, esta vez, causado por el ser humano. Alrededor del mundo, los animales enfrentan balas, veneno, lazos y trampas. Algunos de los animales más emblemáticos de este planeta, como tigres, elefantes y rinocerontes, están más cerca de la extinción que de la salvación». Yury Fedotov, «La Fauna Salvaje hoy: los animales están siendo asesinados uno a uno, no salvados de a dos en dos», The Guardian, marzo 2, 2016.

Incansablemente, insidiosamente, perversamente, los ingenieros social-darwinistas de la UN, a través de sus muchas ONG con Status Consultivo y de sus laboratorios de experimentación social, proveyendo de borradores de legislación a nuestros legisladores en el Congreso, Legislaturas y Concejos Deliberantes, dan otro paso para deshumanizar a la sociedad buscando la destrucción de valores y de símbolos de humanidad, una condición que necesitan para el Global Governance o Gobierno Mundial.

Otra vez, a través de la manipulación emocional y de la falacia, en una típica acción «progresista», los políticos sociócratas colectivistas, buscan disfrazar su verdadero propósito a través de una convocatoria a la población a participar en este crimen: la desaparición de los animales del Zoológico.

Se pretende su transformación en un «Ecoparque» de realidad virtual y digital, donde no solo los niños no podrán asombrarse con la maravilla de la vida animal de todo el planeta viéndola en persona a pocos metros, sino que esos niños serán «reeducados y formateados o moldeados» para deshumanizarlos, para formar ciudadanos de un mundo sociocrático «posthumano».

Esta herramienta de deshumanización puede apreciarse en el libro «It takes a Village» de Hillary Clinton, donde se promueve la doctrina de que los niños pertenecen al estado y deben ser educados por el estado y debe quitarse la potestad sobre sus hijos a los padres, destruyendo la familia tradicional.

El Zoológico de Buenos Aires, fundado por Sarmiento, es una institución que desde el año 1875 viene educando a los niños y adultos del país acerca de un tema vital para la supervivencia humana la fauna salvaje del mundo.

En el Zoológico, generaciones de argentinos han podido asombrarse y maravillarse ante las especies de animales salvajes exhibidas, muchas de las cuales se reproducen allí y permiten que otros zoológicos del país y del mundo se aprovisionen de animales para que los niños de otros lugares puedan entender la maravillosa variedad biológica del planeta.

En este Zoológico de Buenos Aires nació el primer elefante asiático nacido en un Zoológico en el mundo.

Ningún «Ecoparque» sin animales, como el que quiere desarrollar allí el Jefe de Gobierno Larreta, podrá jamás mostrar a los niños la dimensión maravillosa de la Creación con sus criaturas.

Ningún «Ecoparque Interactivo sin animales» podrá jamás reemplazar a los animales de verdad por mas «parque con tecnología, educación ambiental, espacios verdes, parque educativo, atracciones, hospital veterinario, arquitectura, huerta, reciclado y energías sustentables» que incorporen.

La maravilla de ver un elefante a pocos metros moviéndose o un león o una jirafa no se reemplaza con ninguna «realidad virtual».

Ante los argumentos que presentan los políticos bolu-progresistas, o perverso-progresistas sociocrático-colectivistas y darwinistas sociales de CABA, respecto a que los animales tienen derechos y que en el Zoo viven en pésimas condiciones, yo afirmo que los animales del zoológico tienen derechos a un buen trato, buena alimentación y ambiente limpio, pero afirmo también que no solo no son salvajes sino que fueron criados y nacieron en cautiverio para la educación y conciencia ecológica, ambiental, biológica, geográfica e histórica de la juventud y para la supervivencia de las especies tanto por su conocimiento por parte de las nuevas generaciones de seres humanos que aprenden a amarlos como por la necesidad de contar con pools genéticos de estas especies fuera de sus hábitats naturales, cada vez mas reducidos por la necesidad de tierras para cultivos y ganadería. Estos animales descienden en su mayoría de otros que han nacido en cautiverio por generaciones, y afirmo que las condiciones de insalubridad y abandono alegadas no son inherentes al concepto de Zoológico como institución sino que son causadas por concesiones para la explotación incapaces o corruptas y no me explico como esta administración de Larreta y PRO no actuó mucho antes.

Es sospechoso y me inclino a pensar que se permitió que se llegara a este punto de abandono que mencionan con el propósito de tener una excusa o argumento para estatizarlo y poder liquidar este histórico e invaluable tesoro de humanidad, ya que los chicos de los colegios y las familias que lo han visitado durante mas de cien años han obtenido conciencia planetaria y como especie dominante de la riqueza de vida que existe en nuestra casa, la Tierra, y han sido inspirados, informados y han aprendido a amar a estas especies, las cuales jamás podrían ver en su hábitat natural, salvo unos pocos privilegiados que puedan viajar.

Respecto a las acusaciones de sufrimiento de los animales en el Zoológico, cabe tener en cuenta que si esta bien manejado, allí viven vidas mucho mas largas y con mucho mejor salud que sus hermanos salvajes y viven en absoluta seguridad, lo cual no ocurre en sus ambientes naturales.

Por ejemplo, si bien es la ley de la naturaleza y por supuesto hay que proteger los ecosistemas naturales, la realidad es que por ejemplo, los animales en África sufren de parásitos internos que le destrozan los órganos, parásitos externos como garrapatas y enfermedades como la transmitida por la mosca tse tse, sufren de hambre y sed, accidentes de cacería, lesiones de gravedad y hasta muerte en peleas con otros machos y al envejecer, los devoran vivos las hienas y licaones o un cocodrilo cuando se acerca al río a beber, mientras que los animales en el Zoológico no enfrentan esos peligros. Esto lo menciono para demostrar que en el Zoológico los animales no sufren esos males, y son también desparasitados contra parásitos internos y externos y se les da vitaminas y minerales.

Por otro lado, en sus países de origen, salvo en los casos en los que la Caza Deportiva, al existir un interés económico, protege y garantiza la supervivencia de las especies en reservas muy vigiladas o cotos privados, los animales salvajes enfrentan riesgo de extinción por la acción de cazadores furtivos o ilegales, mafias que se dedican a cazarlos para vender sus cuernos, colmillos, pieles, etc., y por bandas de guerrilleros e insurrectos armados con fusiles militares. También ven reducidos sus hábitats porque los agricultores y ganaderos locales, que en África no son otros que las tribus que antes vivían de la caza y de la pesca, necesitan esas tierras para su ganado y sus cultivos. Por eso, matan a los elefantes y a los leones y leopardos que atacan a su ganado.

De ahí la importancia fundamental para preservar las especies que brinda un banco genético rico y variado distribuido en Zoológicos alrededor del mundo, en excelentes condiciones de alimentación y salud.

Respecto al argumento de que los animales son prisioneros, yo respondo que la mayor parte de la humanidad pasa la mayor parte de sus vidas en transportes públicos, oficinas o fabricas y al terminar de trabajar vuelve a su casa, generalmente un reducido departamento de un promedio de 20 metros cuadrados. Ninguno de nosotros es absolutamente libre.

La superoblación mundial determina esta realidad.

El Zoológico alberga 2000 especies de animales, entre ellas 89 especies de mamíferos, 49 especies de reptiles y 175 especies de aves y suman mas de 2500 animales. Debemos despertar. El desmantelamiento del Zoológico es un crimen y toda la población debería opinar en una Consulta Popular. Asimismo el valor de estas especies es incalculable y jamás podremos recuperarlo. También debemos advertir que muchos de los animales que se pretende reintegrar al hábitat natural de su especie morirá en muchos casos por no poder adaptarse por haber sido criado en la cercanía de seres humanos y en el caso de las aves rapaces que se quiere liberar, terminaran acercándose a los humanos en algunos casos atacándolos o a sus mascotas y por supuesto serán atropellados por automóviles en rutas y autopistas y serán ingestados por las turbinas de los aviones.

En el caso de los monos que se quiere liberar en la selva en Misiones estos animales serán rápidamente asesinados por las poblaciones de monos salvajes, que los rechazaran y no los reconocerán porque detectaran en su olor y actitudes algo extraño a la especie o morirán de enfermedades y parasitosis, sin mencionar el peligro de que contagien a las poblaciones salvajes con algún virus o bacteria contraídos en el ambiente del Zoo.

Debemos salvar al Zoológico de Buenos Aires.

Los argumentos para su transformación en Ecoparque que se alega es por un «cambio de paradigma», son solamente la imposición del pensamiento sociocrático progresista impulsado por los ingenieros social darwinistas de la UN, que pretende crear una sociedad post-humana y por eso buscan deshumanizar y crear realidades virtuales y eliminar o aniquilar los valores tradicionales, religiosos, folklóricos y musicales, históricos, morales y culturales.

¡Cuidado!

Ya pretenden prohibir la Tauromaquia, tradición milenaria española y en Argentina hay movimientos contra la jineteada y destrezas gauchescas y pronto los activistas de los derechos de los animales intentaran prohibir hasta la equitación, los animales en los circos, la pesca deportiva y ya hay movimientos anti-mascotas!

Si dejamos que los «progresistas» destruyan nuestra esencia seremos esclavos en una distopia futurista tecnocrática esclavista como la de George Orwell «1984» o la de Aldous Huxley «Brave New World», pesadillas de la ciencia ficción o programación predictiva… que ya están muy cerca.

¡Salvemos el Zoológico!

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