Por Carlos E. Viana.-

Los pobres les financian los vuelos a los ricos

“La propiedad del Estado no es la propiedad de todos, sino la propiedad de nadie”, Mikhail Gorbachov.

Raro

Que una actriz, invitada por los pilotos, entre a la cabina de comando de un avión de línea, es una irregularidad que rompe los protocolos de seguridad. Pero cuando el portero anda mal, el gerente tiene la culpa.

¿Qué precauciones tomaron los gerentes de La Cámpora de Mariano Recalde, para que esto no ocurra?

Porque lo más grave es que no se previno. Si Lufthansa hubiera tomado prevenciones para que un piloto no quedara solo en la cabina, el suicida que mató a 145 personas no podría haberlo hecho. Aquí también los responsables son Mariano Recalde y sus gerentes camporistas, como lo fueron los dueños del local de Cromagnon y el jefe de Gobierno Ibarra. ¿Cómo entrenan a los pilotos? ¿Quién les da el protocolo de seguridad?

Pero llama poderosamente la atención que este hecho surge diez días antes de las elecciones, donde Recalde es candidato del FpV como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. De la forma en que fue presentado aparece como el ejecutivo que impone el orden, echando y juzgando a los responsables, cuando en realidad él es responsable por esta negligencia.

Para colmo, se produce con una actriz de las más mediáticas y con procedimientos judiciales extremos, que suenan exagerados si tenemos en cuenta las negligencias de los ferrocarriles de Cristina, los prostíbulos de Zaffaroni, la inseguridad y los corredores permitidos de entrada de la droga.

El gran ejecutivo

Ante el pensamiento ilógico de muchos olvidadizos, quieren hacerlo aparecer como el que salvó la soberanía argentina con la estatización camporista de Aerolíneas Argentinas.

Hace seis años que fue estatizada AA y ya dio 1.400 millones de dólares de pérdida. Recalde dice que es porque quiere promover los vuelos dentro del país, pero sólo el 5% de este déficit se debe a los vuelos internos no rentables. Según él es una inversión. Le recuerdo que cuando se privatizó British Airways en 1997, al año siguiente dio un superávit de 500 millones de libras esterlinas y que, desde entonces hasta ahora, que cotiza como International Airways Group, salvo excepciones, dio beneficios, incluyendo este año, en que el grupo cotizó en el mercado de valores, con ganancias, así todos los meses.

Sir John King fue un gran administrador que hizo de la aerolínea privatizada británica una de las más importantes del mundo y con muy buen servicio. Ahora Recalde pretende ser el gran administrador, después de varios años con dos millones de dólares de pérdida por día, que no sabemos a dónde van.

Los pobres financian los vuelos de los ricos

Lo peor es que hay inclusive periodistas críticos del gobierno que están con la estatización de este gigante explotador que se llama AA. Deberían recordar que en la década de los 80 dio 10.000 millones de dólares de pérdidas y que siempre fue así, incluyendo todo el mundo, como lo era con British Airways antes de su privatización.

Macchiavello enseñó cómo quitarles el dinero a los ricos; los K han innovado en ciencia política revolucionariamente, aprendiendo cómo sacarles plata a los pobres.

Es decir que los pobres y los indigentes les financian los vuelos a los ricos y a esto lo presentan como ejemplo de soberanía nacional. No sólo se falta a la lógica, sino al valor del amor que le debemos a los chicos desnutridos, sin educación, víctimas del paco, que entra por los corredores liberados. Pero se tira la plata en una empresa con ñoquis de La Cámpora, 11.000 empleados y gastos excesivos.

La soberanía de una Nación está ligada íntimamente a la eficiencia y ésta nunca fue atributo de las empresas estatales. A las pruebas me remito y viene al caso el ejemplo de la comparación que hicimos entre la estatal Aerolíneas Argentinas y la empresa privada British Airways. ¿Qué Nación es más soberana, Argentina o Gran Bretaña? ¿Dónde se vive mejor? ¿Quién ganó, lamentablemente, la guerra de Malvinas?

No confundamos sentimiento patriótico con NaZionalismo.

Más buenas políticas y menos inteligencia interna

No habrá soberanía si no producimos más y gastamos menos, especialmente con estos gigantes ineficientes, que paga el pueblo. Entre estos gastos están los excesivos presupuestos para la inteligencia interna, que redunda en cosas raras, como este sospechoso escándalo con la Xipolitakis, el rarísimo escándalo del gas pimienta en Boca, el vuelo demorado de AA que impidió que el Diputado Gustavo Valdez pudiera votar en el Consejo de la Magistratura o, peor todavía, el asesinato del Fiscal Nisman.

Sin embargo, el dios Estado, obnubila a gran parte de la opinión pública y de los políticos. Como dijo Discepolo: “Dale que va, que allá en el horno se vamo a encontrar”.

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