Debido a la globalización que vivimos y a factores como la creciente publicidad o los vuelos a bajos precios, cada vez es más tentador viajar al extranjero. La experiencia debería ser algo enriquecedor, pero puede volverse en nuestra contra si no tenemos en cuenta ciertos aspectos importantes, como por ejemplo la tarifa de nuestro teléfono. En ocasiones, utilizamos más el celular cuando estamos de vacaciones que en casa, pero no tenemos en cuenta que los costes son distintos. En consecuencia, podemos encontrarnos con una factura inesperada cuando estemos de vuelta. Para evitar que eso ocurra, en este artículo encontrarás algunos consejos útiles.

Lo primero que debemos hacer es averiguar el coste que tendrían las llamadas internacionales con nuestro plan actual allá donde vamos. En el caso de que no estemos conformes, lo adecuado sería preguntar a nuestra compañía si no existe una tarifa alternativa antes de marchar. Si es un viaje de trabajo, puede que puedan ofrecerte una tarifa exclusiva para la empresa. Con T-Mobile, por ejemplo, contarías con datos ilimitados en más de 140 países, y podrías realizar llamadas internacionales también ilimitadas desde Estados Unidos a más de 70 territorios.

Puede ocurrir que ya estés en el extranjero y no hayas tenido oportunidad de verificar tu tarifa o incluso que se te haya olvidado. Siendo así, la mejor opción que tienes es desconectar los datos hasta que estés de vuelta. De lo contrario, tu línea se conectará automáticamente con una tarifa distinta. Si dispones de un paquete de datos limitado que puedas utilizar, ten especial cuidado con las aplicaciones que consumen datos sin que las estés usando o te quedarás sin ellos antes de que los necesites.

Afortunadamente, existen varias opciones para que puedas controlar cuántos minutos llevas hablados o cuántos datos has consumido. Una de ellas es pedirle a tu compañía que te lo notifique, ya que varias tienen la opción de enviarte un mensaje cuando te queda determinada cantidad. Otra es utilizar alguna de las apps disponibles para ello, como pueden ser Traffic Monitor o Roams. Con ellas, podrás ser consciente de tu consumo desde el minuto uno.

Fíjate también en las llamadas que recibes. Cuando estamos en otro país, pagamos tanto cuando llamamos como cuando respondemos. Por ello, si el número no te suena o crees que no es urgente, evita contestar. Una alternativa a ello son los SMS o las aplicaciones de mensajería como Whatsapp o Messenger. También puedes usar aplicaciones de llamadas que funcionan a través de datos, sobre todo si encontramos puntos de conexión de WiFi. Normalmente, en las calles principales, ubicaremos varios de ellos que podremos utilizar gratuitamente. Las apps Wifi Mapper y Open Signal te ayudarán a situarlos.

En definitiva, no tenemos por qué recibir una factura aterradora siempre y cuando cuidemos nuestro consumo y tengamos clara nuestra tarifa. Siguiendo esta serie de recomendaciones, podremos llamar a nuestros seres queridos y utilizar las aplicaciones que necesitemos sin tener que gastar más de lo necesario.

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