Por Roberto Fernández Blanco.-

Llegó la hora de que las Madres de Plaza de Mayo pidan perdón por los crímenes cometidos por sus hijos.

Llegó la hora del juicio y condena de los comandantes de los movimientos terroristas Montoneros, ERP, etc., responsables de los múltiples crímenes de lesa humanidad cometidos por sus facciones.

Llegó la hora de que sean inmediatamente y debidamente juzgados los sindicalistas que se han excedido en su misión específica y movilizan a sus huestes sembrando violencia y haciendo apologías del delito de sedición y del terrorismo.

Llegó la hora de derogar las actuales leyes de Asociaciones Sindicales y de Obras Sociales Sindicales que cobijan y alimentan a la oligarquía parásita más corrupta, reaccionaria, obstructiva y destructiva que mantiene a la Nación Argentina paralizada en su desarrollo.

Llegó la hora de que las cabezas del anterior gobierno, el más mafioso y corrupto de nuestra historia (léase Frente para la Victoria/ kirchnerismo/La Cámpora), sean juzgados sin dilación.

Se pide a las instituciones de la Nación Argentina que actúen sin vacilación.

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