Por Carlos E. Viana.-

Hay quienes tienen licencia para matar, mientras que otros no tienen derechos humanos (Francia y Argentina).

Más de 130 asesinatos cometidos recientemente en París han operado una reacción general contra el terrorismo que, por supuesto, como saben quienes me han seguido periodísticamente, he condenado fuertemente y quizá he sobresalido y además he sido perseguido por ello.

Analicemos las causas profundas de esta violencia asesina. Ya sabemos que la cultura musulmana tiene valores como la Jihad, es decir la “guerra santa” y una determinación religiosa en detalle de la conducta humana, que la hacen ejecutar políticamente. Es comprensible dentro de sus naciones; es su cultura y son sus creencias, pero cuando quieren imponerse a otros pueblos que creen en la libertad, cometen un acto de guerra, que debe ser combatido como tal. Esto le pasa a Francia y le ocurre a nuestra Argentina. Ahora veamos dentro de nuestra Patria cómo se tratan estos hechos.

Scioli y el terrorismo

Declaró el candidato a Presidente Daniel Scioli: “Estoy totalmente conmocionado por los terribles hechos que acaban de ocurrir en París”. Pero en el atentado anterior que soportaron varios periodistas franceses que ejercían su derecho a la libertad de expresión, la Presidenta, de quien dice Scioli que va a continuar sus políticas, no le permitió a su canciller asistir oficialmente a la concentración popular de repudio al mismo, por temor a que se ofendieran los iraníes. También esta Presidenta firmo el memorándum de entendimiento con Irán, Estado terrorista que asesinó a más de 120 argentinos en dos atentados terroristas. Negoció con el enemigo, lo cual, de acuerdo a la Constitución Nacional, es traición a la Patria.

El Fiscal Nisman fue ejemplo de coraje político, en una Nación llena de políticos, periodistas y jueces cobardes en este sentido, pero la principal sospechosa del asesinato es la Presidenta, asesinato que ella, los medios oficiales, una fiscal, una jueza y dos camaristas, se han preocupado por encubrir. ¿Qué condena y pedido de investigación hizo Daniel Scioli con respecto a estos hechos? ¿Ocurrieron en Marte o en Argentina?

Cristina y el Terrorismo

Muchos de los candidatos que la Presidenta le impuso a Scioli son ex terroristas montoneros que se habían entrenado en Beirut, al lado de los jihadistas, que son la fuente de todos estos atentados. Estos asesinos fueron indemnizados por el gobierno kirchnerista y presentados como víctimas de una dictadura, cuando ellos pretendían establecer en nuestra Nación un régimen totalitario marxista leninista. Los traidores fueron indemnizados, pensionados y quienes los combatieron están sufriendo prisión, alrededor de 2.000 prisioneros políticos, con condenas y juicios flagrantemente inconstitucionales, impulsados por el gobierno, parte de la oposición y llevado adelante por jueces cómplices o cobardes.

La inocente cultura terrorista

El periodismo también condena el atentado de París por arriba, sin buscar en estas profundas causas culturales que asocian una religión violenta con una ideología asesina. No ven la relación de los montoneros de los ‘70, entrenados en los mismos campos del Líbano o Siria, que los terroristas ahora de ISIS o antes los de Hamás o Al Qaeda. Para estos periodistas que siguen el relato oficial, aunque ahora sean opositores, estos terroristas que asesinaron a más de 2000 argentinos fueron víctimas y de sus reales víctimas se olvidan y condenan a quienes los enfrentaron con pérdidas de vidas.

Hubo por lo menos 29 niños asesinados, pero estos artistas de la desinformación ponen el énfasis en los apropiados ilegalmente por las fuerzas que combatieron al terrorismo. Estos últimos tienen derechos, pero ¿acaso no lo tenían los asesinados? ¿Quién responde por el bebé Kreiselburd, de 20 meses, asesinado en La Plata, en 1976, cuando uno de los comandantes montoneros era Bettini, ahora ex novio de la Presidenta, quien también residía en esa ciudad? El bebé fue secuestrado y luego asfixiado con una manta, porque no tenían lugar donde ubicarlo. Y hay otros homicidios cometidos sobre niños por estos combatientes. Lorenzetti y otros jueces dijeron que estos crímenes no eran de Lesa Humanidad. ¿Matar niños por planteos políticos no es el crimen más horrible, no es genocidio?

La gran excusa es que a los terroristas los mataron organismos del Estado argentino, pero a los niños un grupo guerrillero. Qué olvido. Los guerrilleros eran entrenados y sustentados por otros estados, la URSS, Cuba, Siria, Irán, etc. Es decir que además de asesinar niños, con su moral marxista o islámica, en nombre de otros Estados, tomaban las armas contra su Patria.

¿Qué diferencia estos asesinatos de los del Estado Islámico? Que el Estado Islámico no tiene por blanco a niños o bebés.

El socialismo francés

El Presidente de Francia, Hollande, que tanto alabó a nuestra presidenta, fue quien llegó al poder en parte votado por los inmigrantes musulmanes, que ya hace unos años asolaron Francia. Él defiende sus derechos humanos, con lo cual estamos de acuerdo, pero no lo hace con el pueblo francés y aprueba los actos terroristas de los guerrilleros montoneros, que se exiliaron en Francia. Es más, el Presidente socialista francés Mitterrand los había llamado “combatientes de la libertad”, cuando ya habían asesinado niños y puestos bombas, como las del comedor de la Policía Federal o el microcine del Ministerio de Defensa, donde mataron a más de cuarenta personas, entre otros crímenes, como ametrallar a soldados conscriptos que se estaban bañando, jueces, gremialistas, políticos.

Claro, Mitterrand, durante la ocupación nazi de París, visitaba a funcionarios allegados al gobierno colaboracionista (de Hitler) de Petain y Labal. Este combatiente por la libertad y enemigo de Argentina, en aquel entonces estaba indeciso. ¿Quién ganaría?

La campaña del miedo

En realidad, no debe sorprendernos la campaña del miedo desatada por un desesperado del obediente y sumiso Scioli. Sus aliados tienen experiencia en terrorismo con bombas, asesinatos y ahora en terrorismo mediático. El terrorismo es como las explosiones que provoca: se extiende socialmente por simpatía y a este contagio es al que debemos temer, porque nos puede llevar a repetir la historia, una historia con héroes presos y asesinos alabados.

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