Por Sebastián Dumont.-

Esta semana se conocerá cuál es la decisión de la justicia con respecto al futuro del Partido Justicialista. Puede quedar firme la lista que lleva a José Luis Gioja y Daniel Scioli, o bien la jueza María Romilda Servini de Cubría podría intervenir el partido. Más allá del resultado, la verdadera conducción del peronismo recién se definirá el año que viene con el resultado de las elecciones. Y en ese lote pueden anotarse Cristina Kirchner, Sergio Massa y hasta Juan Manuel Urtubey o Florencio Randazzo.

El torbellino del regreso de Cristina Kirchner se empieza a disipar y, tras correrse el velo, lo que queda hacia adelante es confusión. ¿Puede ser Cristina la conductora del peronismo? Difícil. Ya que ella misma llamó a conformar un Frente Ciudadano. Despedida precoz del Frente para la Victoria.

Pero más allá de todo lo que se escribirá y especulará hacia adelante, el peronismo sigue a quienes le dan la certeza de poder acercarse al poder. Y eso es ganar elecciones. Por tal razón, la verdadera conducción, donde se alinearán con vistas al 2019 se sabrá el año que viene, aun ganando las elecciones intermedias el macrismo.

Es obvio que todo este escenario se conforma desde la provincia de Buenos Aires. Así como en 2013 Massa saltó de manera definitiva a la escena nacional por ganarle al cristinismo y enterrar la posibilidad de una reforma de la constitución, el 2017 asoma como el año que despejará las dudas sobre quién conducirá la oposición al macrismo vinculada con el peronismo.

En los primeros borradores que se realizan, ya se habla de por lo menos tres sectores distintos que competirán entre sí y frente al oficialismo. Por un lado, el kirchnerismo ortodoxo; por otro, el Frente Renovador, y en algún espacio se armará un peronismo ligado a Juan Manuel Urtubey, que podría proponer a Diego Bossio como su candidato en la provincia de Buenos Aires. Allí se suscribirían Gabriel Katopodis y quizá Joaquín De La Torre, dueños de territorios en serio.

Como en la elección próxima se elegirán senadores, el resultado será determinante. Aun saliendo en segundo lugar, la batalla será entre los propios justicialistas. Un caso: si Massa le gana a Cristina o quien ésta designe, independientemente de cómo se ubiquen con el macrismo, no habrá dudas de dónde se encolumnará el peronismo, más allá de las siglas que busquen para participar de la elección. Y así en cualquiera de los casos que vayan a surgir del resultado electoral.

El camino a transitar aún es muy largo y los vaivenes se irán viendo en el ámbito legislativo. Es allí donde se observan los alineamientos de fuerzas y las posibles alianzas. El mapa recién empezó a dibujarse.

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